Qué hay detrás de la batalla campal entre okupas y vecinos de Moncada y Reixach: "Aquí no hay ni racismo ni odio"

Qué hay detrás de la batalla campal entre okupas y vecinos de Moncada y Reixach: "Aquí no hay ni racismo ni odio"
Los vecinos de Moncada y Reixach denuncian la situación de violencia en las calles
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Las redes sociales se han llenado de vídeos donde un grupo de okupas se enfrenta a los vecinos de la localidad catalana de Moncada y Reixach (Barcelona, 37.000 habitantes). Armas de fabricación manual, cinturones y hasta cuerdas generan la violencia en las calles. Los ciudadanos están atemorizados después de que estos últimos días se haya desatado una gran trifulca que se ha saldado con dos detenidos y un investigado.

Todo comenzó el pasado viernes cuando, según una vecina, los okupas de un edificio rompieron una tubería y provocaron una gran inundación en el parking. El reportero de 'Tardear' Juan Rodríguez asegura como podemos ver en el vídeo que acompaña a esta noticia que la calma sigue sin volver. "Es un sin vivir, aquí no se puede vivir", denuncia Anaís.

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Robos y amenazas desde hace 2 meses

El episodio de la tubería fue la gota que colmó el vaso porque, según Anaís, estaban siendo habituales los robos a personas mayores y las amenazas a "niños" de la ciudad. "Quiero dejar bien claro que aquí no hay odio ni racismo, somos de etnias diferentes", asegura en directo.

Los okupas llegaron a sacar "machetes" en Moncada y Reixach, aunque los Mossos d'Esquadra pudieron requisas parte de las armas que emplearon. Juan Rodríguez ha podido hablar en exclusiva con una de esas presuntas okupas señaladas por la vecina.

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Una de las presuntas okupas señaladas: "Quieren matarme"

"Me acuchillaron con un cuchillo y quieren matarme, ellos han arruinado mi casa", lamenta enseñando una herida. "La pelea no es nada", aclara culpando a "8 mujeres" de golpearles. "Cada vez que vienen aquí buscan problemas ocn nosotros", agrega la misma.

Anaís cree que lo que dice es "falso". "Los vecinos tuvieron que arrancar hasta palos para defenderse", explica. Esta vecina señala que todavía existe el "temor" de que la batalla campal vuelva a sorprender. "No puedo bajar ni a comprar el pan", dice.