Un maltratador demuestra los fallos en las pulseras antimaltrato en unas estremecedoras imágenes: "Me puede hacer volver a prisión"
Jon lleva 11 meses con la pulsera antimaltrato y nunca le ha sonado cuando se acercaba la víctima
Exclusiva | Víctima del fallo de las pulseras antimaltrato: "La alarma saltaba cuando quería y se quedaba sin cobertura"
En 'El tiempo justo' hemos podido hablar con un maltratador que porta una de las pulseras antimaltrato que están centrando el debate de la agenda informativa en los últimos días. Desde Igualdad aseguran que ninguna mujer ha sido asesinada por los fallos en los dispositivos, que se llevan reportando desde marzo del año 2024, cuando se produjo un traspaso de la empresa gestora del sistema 'Cometa' -con el que se perdieron datos históricos-.
Su pulsera no avisa a tan solo 30 metros de la víctima
Tal y como explica Gemma Camacho, reportera del programa, en directo, las imágenes en donde se ve al maltratador manipulando la pulsera son estremecedoras. "Si el periodismo está para contar la verdad, al final eso es lo que hemos vivido en nuestra propia piel estando con este maltratador", señalaba la periodista.
Jon lleva 11 meses portando este dispositivo. Cuando tiene que sonar, no lo hace y cuando no debe activarse, lo termina hacinedo también. Hay ocasiones en las que se encuentra dormido y suena. Y, lo más sorprendente es que cuando está la víctima a tan solo 30 metros la pulsera no se activa.
"Cuando va por bluetooh o con un dispositivo, al perder la conexión empieza a pitar", relata señalando el momento en que se activa y no suena la pulsera. "Tendría que haber pitado porque se ha desconectado", explica.
"A altas horas han requisado mi casa"
Jon además cuenta un episodio llamativo en mitad de esta problemática que se está ingesitgando. "A altas horas han querido requisar mi casa buscando a esa persona. Es una molestia constante", dice. También muchas víctimas han mostrado su inquietud y miedo por los fallos en las pulseras antimaltrato.
María ya contó en el programa de Telecinco que su pulsera llegó a sonar hasta 30 veces en un fin de semana y que, cuando fue a denunciarlo, no le dieron mucha importancia. Jon, un maltratador al que se le impuso una orden de alejamiento con respecto a su víctima, teme por entrar en la cárcel debido a los mismo fallos. "No quiero volver a prisión y esto me puede hacer volver a prisión porque funciona mal", comparte.
