El fin de la paella podría estar cerca: muchos agricultores se plantean no plantar más arroz el año que viene
La falta de relevo generacional y los productos importados más baratos podrían estar detrás de la disminución de producción nacional de arroz
¿Hay que lavar el arroz antes de cocinarlo?
La situación de los arroceros valencianos es crítica. La producción nacional de arroz ha bajado un 60% y se importa cada vez más del extranjero, de países como Birmania o Pakistán. Este tipo de arroces no se someten a los mismos estándares de calidad y su producción es más barata.
Las medidas sanitarias de la Unión Europea, la falta de relevo generacional en el sector y la importación de arroces más baratos son las causas de esta crisis en uno de los pilares de nuestra dieta mediterránea. Ramón Xirivella, agricultor, ha explicado en 'El Programa de Ana Rosa' que se encuentran en una situación nefasta y que producen "muy pocos kilos"
"El año que viene estoy pensando en no sembrar. Para perder dinero para qué voy a trabajar", afirmaba el agricultor. Uno de los problemas que ponen el peligro el plato estrella de nuestra gastronomía es un hongo que cultiva el arroz y que no pueden tratar por una normativa europea, mientras que el que se compra en otros países asiáticos sí que se trata con productos fitosanitarios.
España importó casi 420.000 toneladas en el último año, lo que supone un 99% más que en 2019. Ana Rosa Quintana ha confesado que está preocupada ante las declaraciones de estos agricultores arroceros: "Por ahí no paso. A ver qué hago los domingos", bromeaba ante los colaboradores.
Más arroz extranjero y de peor calidad
Las importaciones de arroz extranjero provienen de países centroafricanos, del Sudeste Asiático y de Sudamérica y tienen una calidad del grano muy inferior al producido en Valencia: "Son arroces que no se les exige prácticamente ningún estándar de calidad", contaba Sergio Olmos, uno de los pocos agricultores de nueva generación.
Según los arroceros valencianos, los costes de producción en España son mucho más elevados que los de otros países, por lo que “es imposible competir” con los arroces de otros países.
¿Puede el consumidor detectar las diferencias entre ambos arroces?
Los productores confiesan que los envasadores de arroz mezclan el extranjero y el nacional y lo venden todo como arroz valenciano porque la ley no exige poner el origen del arroz. La reportera ha comprobado que no existe ninguna etiqueta que muestre la procedencia del arroz que consumen los ciudadanos, lo que hace imposible conocer qué arroz comemos.
