La desaparición de Ana Eva Guasch en Palma: una cena con amigos, una puerta sin forzar y un 'sospechoso de hielo' absuelto
Ana Eva Guasch Melis desapareció una noche de sábado tras cenar con amigos: no sé encontró su cuerpo y se sospechó de su pareja
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Esta semana se han cumplido 24 años del caso de Ana Eva Guasch Melis, una joven de 27 años que desapareció la noche del 20 al 21 de octubre de 2001 en la isla de Mallorca tras salir de fiesta con sus amigas y amigos por el Día de les Verges.
Hablamos de un caso que permanece en el silencio y que dejó un reguero de incógnitas sin resolver. No se pudo determinar qué ocurrió con ella. Hubo un principal investigado que estuvo en la mira durante mucho tiempo, pero acabó siendo absuelto y salió del país. Desde su familia denunciaron que hubo retrasos y errores en las investigaciones. La joven fue declarada muerta en 2013 por orden judicial y su cuerpo sigue sin ser localizado.
Las últimas horas de Ana Eva Guasch Melis
Ana Eva, natural de Palma, licenciada en filología hispánica, trabajaba como profesora en el Colegio Santa Mónica e impartía clases de español a ciudadanos extranjeros en un programa del Ayuntamiento. El sábado 20 de octubre de 2001, quedó con un par de amigas sobre las 22:00 horas para ir juntas a casa de un amigo en común que celebraba su cumpleaños, recogen fuentes como 'Diario de Mallorca'. En aquella cena hubo entre 15 o 20 personas.
Algunos de los amigos de la joven estuvieron hablando con ella durante el transcurso de la cena. Al principio "se encontraba un poco cansada, pero se fue animando cada vez más", según explicó una de las amigas al medio local citado. Sobre las 01:00 de la madrugada del día 21, domingo, todos se pusieron a bailar. "Sobre las 04:00 horas, parte de la fiesta, incluida ella, nos fuimos hacia el Paseo Marítimo para continuar bailando, y allí permanecimos una hora más o menos. A las 05:30 horas decidimos irnos a dormir y Ana Eva, que llevaba su coche, acompañó a una amiga y al novio de esta a sus casas y después se marchó hacia la suya", precisó una de las amistades de la palmesana.
Sería la última vez que los amigos de Ana Eva la verían. La joven, que en ese momento estaba independizada, regresó a su vivienda, un piso alquilado en el número 79 de la calle Aragón -donde hoy hay un edificio nuevo, pero antes había una construcción antigua-, y, a partir de ahí, se produjo su desaparición.
¿Qué le ocurrió a Ana Eva Guasch Melis?
El lunes, la joven no se presentó al trabajo y pensaron que podía estar ocupada con cuestiones personales. Sin embargo, el martes tampoco se presentó y el no haber avisado durante dos días despertó todas las alarmas en el colegio, ya que ella siempre informaba sobre si se iba a ausentar. Las autoridades procedieron a ir a su vivienda y realizaron un registro exhaustivo.
La sorpresa de los agentes fue que, a pesar de que hallaron indicios sospechosos, la puerta no había sido forzada. Esto hizo que la principal hipótesis fuera que la joven pudo haber abierto la puerta alguien que conocía y haber sido abordada en el interior.
Dentro del domicilio se encontró una mancha de sangre, que con las técnicas forenses de la época no se pudo saber a quién pertenecía, y se determinó que en la vivienda faltaba una lámpara de mesilla, el ordenador personal de Ana Eva y una colcha, una especie de edredón, con la que pudieron envolver su cuerpo para ocultarlo y sacarlo al exterior.
El 'sospechoso de hielo', el principal investigado por el caso de Ana Eva
Un testigo protegido, según fuentes locales, señaló a la pareja de Ana Eva como la persona que fue a su casa aquella madrugada, pero posteriormente retiró su declaración. El novio de Ana Eva, identificado como R.M.V. -en algunos medios Rodrigo, mientras que otros Roberto-, era un hombre argentino con el que mantenía una relación sentimental desde hace tiempo. La familia de la joven tuvo muchas sospechas sobre él. De hecho, este varón fue detenido en al menos dos ocasiones, pero finalmente quedó absuelto por falta de pruebas y regresó a su país natal. Apenas mostró sentimientos por la desaparición, incluso le llegaron a calificar como el 'sospechoso de hielo'.
Ana Eva tenía un vecino colombiano que pudo ser clave para facilitar datos sobre lo ocurrido cerca de su vivienda aquella madrugada, pero también se fue a su país natal al encontrarse en situación irregular. El cuerpo de la joven nunca apareció. Se llevó a cabo un dispositivo de búsqueda como nunca antes se había hecho, pero no dio resultados. Además, el hecho de que se construyeran nuevas viviendas en el lugar donde desapareció la joven también pudo desbaratar cualquier vestigio de interés.
El juez que intruyó el caso de Ana Eva reconoció que hubo fallos en la investigación y que el despliegue para buscarla llegó tarde. En 2002 se archivó de forma provisional la causa y en 2013 se procedió a la declaración de fallecimiento. Un agente que participó en las búsquedas subrayó que "una investigación como esta no se cierra nunca". El Ayuntamiento de Palma no ha vuelto a difundir información que recuerde el caso o la desaparición en su web oficial. A pesar de que sea remota la posibilidad, un dato relevante o elemento novedoso podría ayudar a cerrar un caso que no tuvo solución y que terminó con un doloroso silencio y duelo para todo su entorno. SOS Desaparecidos mantiene vigente una alerta por la palmesana a pesar del tiempo transcurrido. Su memoria no cae en el olvido.