Las reseñas del colegio de Sandra Peña alertaban desde hace años de la falta de actuación ante el acoso escolar
Padres, madres y alumnos denunciaban en internet la ausencia de un protocolo real y la pasividad del centro ante los casos de bullying
El tío de Sandra Peña, rotundo en ‘El tiempo justo’ tras la tragedia: “Algo tiene que cambiar”
El caso de Sandra Peña, la adolescente de 14 años que se quitó la vida la semana pasada, sigue generando una profunda conmoción. En ‘El tiempo justo’, Joaquín Prat analizó el comunicado emitido por el colegio al que asistía la joven, un texto que, según el presentador, deja en evidencia la ausencia de un protocolo antiacoso real.
“Todos los centros escolares están obligados por ley a tener un protocolo antiacoso”, recordaba Prat. “Y lo que uno concluye de este comunicado es que este colegio, después de lo ocurrido, reconoce implícitamente que no lo tenía. No se puede aplicar un protocolo que no existe”.
El periodista lamentó que la reacción del centro llegue “demasiado tarde”, cuando varias familias llevaban años alertando de comportamientos de acoso y de la falta de medidas efectivas por parte de la dirección.
Reseñas que advertían del problema
El programa mostró un reportaje en el que se recopilan reseñas y testimonios publicados por padres y madres del alumnado del centro en los últimos años. En ellas, se repiten las denuncias sobre la inacción ante el acoso escolar:
“El protocolo de acoso escolar es inexistente”, señalaba una reseña escrita hace dos años. “Protegen al que daña; cuando se produce acoso, miran para otro lado”, afirmaba otro usuario.
Desde el propio centro, en respuesta a algunos de esos comentarios, aseguraban entonces que “existen protocolos de acoso que se pueden activar en cualquier momento” y que “todas las solicitudes se han atendido”. Sin embargo, el número creciente de valoraciones negativas parece contradecir esa versión.
“Cuando mi hijo pidió ayuda, no sirvió de nada”
El reportaje también recogió el testimonio de una madre que resumía su frustración en una frase contundente: “Muchas palabras de paz y tiempo para rezar, pero de qué sirve eso si cuando mi hijo pide ayuda no hay ningún protocolo de actuación”.
Otra reseña definía el colegio como “el peor”, asegurando que “pasan de los casos de bullying achacando que son problemas familiares”.
