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Los medicamentos para adelgazar en el punto de mira en 'El tiempo justo': "Mi experiencia ha sido mala"

Los medicamentos para adelgazar en el punto de mira. telecinco.es
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¿Qué hay detrás del 'boom' de los fármacos inyectables para perder peso? Para algunos, son un auténticos salvavidas y para otros, se ha convertido en una auténtica condena. En 'El tiempo justo' analizamos el debate que está dividiendo a médicos, pacientes y organismos internacionales con el testimonio de dos mujeres.

La popularidad de estos medicamentos, nacidos para tratar la diabetes y disponibles solo con receta, ha disparado su demanda hasta superar su propia disponibilidad. Con un precio que ronda los 120 euros, la obsesión social por la delgadez ha empujado incluso a la aparición de un mercado negro en redes sociales.

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La OMS ha encendido el debate al incluir estos tratamientos entre los medicamentos esenciales para combatir la obesidad, a la que considera una enfermedad crónica que debe abordarse de por vida. Pero las advertencias llegan desde Australia, donde su regulador sanitario pide extremar la precaución ante posibles efectos adversos graves: depresión, pensamientos suicidas, cambios de conducta, complicaciones oculares, riesgo de ceguera o pancreatitis.

¿Son estos fármacos una herramienta imprescindible contra la obesidad o un riesgo infraestimado? En plena tensión entre la necesidad médica, la presión estética y la preocupación por su seguridad, la discusión está lejos de cerrarse.

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"Debería estar mucho más estudiado"

Conchi ha contado su fatal experiencia con estos medicamentos. Tras recibir el tratamiento siempre con supervisión médica, describe una experiencia “terrible”: fatiga persistente, náuseas severas, rechazo a la comida, cólicos, estreñimiento extremo y múltiples visitas a urgencias. El diagnóstico final: pancreatitis y piedras en la vesícula. Tras 17 meses, tuvo que ser operada. Para ella, el mensaje es claro: “Cada cuerpo es un mundo. Esto debería estar mucho más estudiado”, admitía.

"He recuperado calidad de vida"

Pero también existe la otra cara. Elisabeth, con la misma pauta médica y otro medicamento similar, ha perdido 28 kilos desde febrero. Asegura que el tratamiento ha transformado su vida, siempre combinado con ejercicio y una alimentación saludable. “La gente piensa que te pinchas y adelgazas. No es un milagro”. Reconoce efectos secundarios—estreñimiento, ligera náusea y caída del cabello—pero explica que se han tratado y estabilizado. “He recuperado movilidad, energía y calidad de vida”.