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El duro testimonio de Jesús, que denuncia a su hijastra: “Me han robado a mi mujer y nuestra vida”

Jesús Galindo, denuncia a su hijastra, en 'El tiempo justo'. Redacción digital Telecinco
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Jesús Galindo rompió su silencio en ‘El tiempo justo’ para relatar lo que define como el mayor golpe de su vida: la pérdida de su mujer, Juana, con la que llevaba más de 22 años casado. Según su testimonio, su hijastra se llevó a su madre de casa de manera repentina, la ingresó en una residencia a más de 170 kilómetros de distancia y, presuntamente, vació sus cuentas bancarias, llevándose alrededor de 65.000–70.000 euros.

“Le han quitado todo: su amor, su tranquilidad, su paz”, explicaba Gemma, la reportera que se encontraba con él. Para Jesús, el daño económico es secundario. “Lo que me han robado es mi vida y mi historia de amor”, confesó visiblemente afectado.

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Todo comenzó en octubre del año pasado, cuando Jesús permitió que la hija de su mujer se instalara en su casa con la intención de recomponer la relación madre-hija. La vivienda, recordó, era propiedad de él. Al principio, la convivencia fue tranquila, pero pronto la situación se torció.

“El punto de inflexión fue cuando se apropió del coche de su madre”, relató Jesús. Tras pedirle que abandonara la casa, llegó lo que define como el momento más traumático: su hijastra se llevó a Juana por la fuerza, cogiéndola del brazo y subiéndola a un vehículo mientras él se encontraba fuera.

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Jesús acudió a denunciar lo ocurrido, pero se encontró con una respuesta que aún hoy le duele: al tratarse de su hija, no se consideró un secuestro.

Un poder notarial polémico y el ingreso en la residencia

Días después de llevarse a su madre, la hijastra obtuvo un poder notarial, pese a que Juana padece un principio de Alzheimer. Con ese poder, según se expuso en el programa, se realizaron transferencias, compras de lujo, como un bolso de 2.500 euros, y finalmente el ingreso de Juana en una residencia, sin consultar ni informar a su marido.

Me dijo que se la llevaba para cuidarla, pero nunca fue su intención”, aseguró Jesús. Además, denunció que su esposa fue incomunicada, apagándole el teléfono y cortando el contacto con él y con el resto de la familia.

Un marido que recorre 340 kilómetros por dos horas de visita

Actualmente, Jesús solo puede ver a su mujer dos días a la semana y durante apenas dos horas, tras recorrer 170 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Una situación que, según su cuñado y defensor judicial, Carlos Cabrera, agrava el deterioro cognitivo de Juana.

“Una persona con Alzheimer no puede ser arrancada de su entorno”, explicó Cabrera, médico de profesión. “Su casa, su jardín, sus animales y, sobre todo, el amor de su marido, son fundamentales para frenar el deterioro”.

Aunque el poder notarial ha sido revocado judicialmente, la situación sigue bloqueada. Se ha nombrado una curatela y un defensor judicial, lo que impide por ahora que Jesús pueda sacar a su mujer de la residencia, ni siquiera para pasar la Navidad en su hogar.

“No pedimos el dinero, pedimos humanidad”, insistió Carlos Cabrera. “Esto no va de euros, va de una mujer de 67 años que debería estar en su casa, con su marido, después de 22 años de vida juntos”.

Joaquín Prat lo resumió con una frase que cerró el debate y estremeció al plató: “Que no pueda pasar la Nochebuena con su marido clama al cielo”.