Miguel Cobelas y Santos Cirujano, del Instituto de Recursos Naturales y del Real Jardín Botánico, ambos pertenecientes al CSIC, han participado activamente en la elaboración de este plan nacido por encargo de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG).
Con estos 30 hectómetros cúbicos anuales se podrían mantener inundadas Las Tablas de Daimiel, cuya capacidad de retención de agua es de 16 hectómetros cúbicos, según los estudios realizados por estos investigadores.
Según ha explicado a EFE Santos Cirujano, el Plan REGATA propone, entre otras actuaciones, recuperar gradualmente este parque nacional con recursos hídricos "no convencionales", de tal forma "que puedan llegar a Las Tablas aguas de procedencia distinta a las que tradicionalmente lo han hecho a través de los cauces del río Gigüela y Guadiana".
En definitiva, "estamos planteando utilizar el agua residual que se genera en el territorio, para que, una vez tratadas y depuradas con distintos sistemas de depuración, pueden ser vertidas al Parque Nacional, siempre que cuenten con la calidad suficiente", ha detallado el experto del Real Jardín Botánico.
Santos Cirujano ha indicado que esta propuesta se apoya en estudios que ya existen desde 1989 en Europa sobre utilización de aguas residuales, que garantizan que, una vez sometidas a distintos procesos de depuración, pueden ser reutilizadas con todas las garantías.
Los científicos han propuesto enviar el agua de las depuradoras de Villarrubia de los Ojos, Daimiel, Alcázar de San Juan y Torralba de Calatrava al Parque Nacional para inundar gran parte de las cerca de 1.800 hectáreas de terreno que pueden ser anegadas por el agua.
El empleo del agua depurada es una de las propuestas del Plan REGATA, que incluye otras acciones como diseñar un sistema de recogida de las aguas pluviales que lleve éstas desde el cercano municipio de Villarrubia de los Ojos hasta el Parque Nacional.
Para ello, han pensado diseñar un bay-pass en el área de recogida de las aguas pluviales, que en gran cantidad proceden de las sierras que bordean Villarrubia de los Ojos para, a través de un canal, derivarlas hasta un punto de entrada en el Parque.
"Mandar aguas limpias procedentes de la lluvia, sin necesidad de ser tratadas a la Madre Chica o el río Gigüela es posible, si se evita que pasen por la red de alcantarillado y acaben contaminadas al mezclarse con las aguas residuales", ha puntualizado el científico.
Otra alternativa mira directamente al agua procedente del trasvase Tajo-Segura, que los autores del Plan REGATA proponen que llegue "en la mayor cuantía posible, evitándose pérdidas en el camino como consecuencia de la infiltración del terreno".
Para ello, consideran que desde una determinada zona del trasvase se debería mandar el agua a través de un tubo, lo que garantizará un mayor rendimiento de la derivación de agua.
El Plan REGATA, según Santos Cirujano, aún no está cerrado y sus propuestas están basadas en análisis científicos realizados sobre datos objetivos que justifican todas estas iniciativas.
A su juicio, "lo más importante ahora es que alguien se crea este Plan y tome la decisión de ejecutarlo, dotándolo de la financiación necesaria".
Por su parte, el presidente del Patronato Rector del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, Luis Arroyo, ha comentado a EFE que el Plan REGATA "es posible y viable", a tenor de la información de la que se dispone.
"Se le está poniendo la música y la letra al Plan y, si todo cuadra, se le podrá dar el ritmo adecuado; de esa forma, junto con la aplicación del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG), podremos conseguir que Las Tablas de Daimiel recuperen sus mejores condiciones posibles".
Aníbal de la Beldad