Melanoma: el peor sol

CORAL LARROSA 30/05/2009 00:00

La prevención, como siempre, es la mejor aliada de la salud. Y las campañas que desde hace casi diez años se han realizado en España para detectar melanomas (el 5% de los tipos de cáncer de piel) y otras lesiones precancerosas de la piel, han sido clave. Desde el 2000 más de 30.000 personas han pasado por la consulta de los dermatólogos en jornadas previas al l Día del Eromelanoma (4 de junio, 5 de junio en Cataluña). Casi al 2 % se le les detectó un melanoma en distinto grado. Estos datos se añaden a los de las lesiones detectadas en las consultas dermatológicas durante todo el año, y hace pensar a los especialistas que hay, además, un potencial que no se conococe hasta que resulta demasiado tarde.

Los genes tienen bastante que decir en el melanoma y en la relación entre la pigmentación y el cáncer de piel. Investigadores islandeses y australianos, representantes de dos de las poblaciones con mayor incidencia de cáncer de piel, han identificado dos variantes genéticas cercanas al gen ASIP y al gen TYR, relacionadas con la pigmentación del pelo, los ojos y la piel, y directamente relacionadas con el melanoma, con las posibilidades de sufrirlo. Estas variantes, de las que hasta el 35 % de la población porta una copia, elevan entre un 30 y un 35% el riesgo de padecer este tumor. A tenor de estas recientes investigaciones se confirma que la protección a la radiación solar es imprescindible para evitar el cáncer de piel en su peor expresión.

Por suerte, cada vez es más precoz el diagnóstico de las lesiones cutáneas, y también del melanoma. La cirugía en este caso es la primera y en la mayoría de las ocasiones suficiente actuación para tratar el tumor. "Si la lesión está más profunda de 1 milímetro", explica el dermatólogo Manuel Fernández- , la cirugía no soluciona el problema. El paso siguiente no es la quimioterapia, poco eficaz. El tratamiento más utilizado es Interferón alfa 2b. Las vacunas, de momento sólo están en fase experimental".

La investigación es constante, porque el melanoma es un tumor especialmente agresivo . Una de las investigaciones más recientes (aún no probada en humanos) es la que realiza un equipo de la universidad Thomas Jefferson de Estados Unidos. Los investigadores han descubierto que hay una proteína, la Mcl-1 que, el caso del melanoma, hace que las células se resistan a autodestruirse, lo que facilita su proliferación y, por tanto, la metástasis. El trabajo abre nuevas vías para luchar contra el melanoma, creando nuevos fármacos, o ayudando a los ya existentes.

Y volvemos al principio: la prevención. Según la Sociedad Española de Dermatología y Venereología, el cambio climático, con más horas de sol, de exposición a la radiación solar (el agente cancerígeno más conocido) empeorará la situación del cáncer de piel. Paliar sus consecuencias pasa por proteger la piel del sol. Un consejo que la Asociación Española Contra el Cáncer dirige este año especialmente a los jóvenes, poco dispuestos a utilizar cremas y productos fotoprotectores. Creen en un falso mito muy extendido: que los productos de protección solar "no ponen moreno". La realidad es que con protección adecuada la melanina responde a la estimulación solar, sin producir 'eritema', es decir enrojecimiento, por tanto evitando quemaduras, lesiones que, un día, pueden ser cáncer. Porque la piel tiene memoria de las agresiones y en 10, 20 o incluso, en 40 años, las saca en forma de tumor.

Prevención: factor fundamental

Vigilar los lunares o manchas que tiene nuestro cuerpo es vital. Desde el cuero cabelludo hasta entre los dedos y las plantas de los pies. Cualquier variación de tamaño, forma o color en una de estas marcas cutáneas es una seña de alerta para consultar con el dermatólogo. "Lo habitual es no sea un melanoma", señala el doctor Fernández-."Nosotros vemos unos 3 ó en consulta al año. Pero hay que vigilar y diagnosticar la lesión porque, excepto el melanoma avanzado, hay cura".

Los niños merecen capítulo aparte. "El melanoma no se produce por tomar en exceso el sol de adultos, En su origen hay un gran componente genético, pero desde luego, tiene que ver con la radiación recibida y acumulada desde edad temprana" explica el dermatólogo Manuel Fernández. De ahí que la Sociedad Española de Pediatría de Atención Primaria (SEPEAP) insista en recomendar la protección de los niños y jóvenes para evitar. "Lo más importante en el cáncer de piel es la prevención, evitando que los rayos solares dañen la piel, especialmente en el periodo de la infancia, ya que la mayor parte de la exposición solar de una vida se recibe durante los primeros 18años", dice la doctora Susana Méndez de la SEPEAP.

FACTORES DE RIESGO

  • Tipo de piel: El fototipo define la tendencia de la piel a la quemadura solar y su capacidad de broncearse.
  • Color de pelo: pelos rubio, pelirrojo y ojos claros, tendencia a las pecas se asocian con mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel.
  • Nevus: tener numerosos lunares, por la predisposición genética y por la exposición al sol.
  • Antecedentes familiares de cáncer de piel.
  • Exposición solar: Único factor exógeno en la población blanca para desarrollar cáncer de piel