De Anabel Segura a Laura Luelmo: cuando correr para ellas se convirtió en un deporte mortal

Informativos Telecinco 17/12/2018 18:12

A las 12 del mediodía saltaban todas las alarmas en El Campillo, Huelva, donde este lunes 17 de diciembre aparecía el cuerpo sin vida de Laura Luelmo con signos de violencia y semidesnudo. La joven había desaparecido el pasado miércoles por la tarde cuando, tras hablar con su novio, salió a hacer deporte por el campo.

Más de 25 años antes, el 12 de abril de 1993, Anabel Segura también salió de su domicilio en el barrio residencial de lujo de la Moraleja para hacer running. La joven, de 22 años de edad, era secuestrada por dos hombres, que la introdujeron en una furgoneta. Un rapto que tuvo en vilo a la sociedad española, a pesar de que los captores la asesinaron pocas horas después de retenerla contra su voluntad.

Detrás del secuestro y posterior asesinato estuvieron el transportista Emilio Muñoz Guadix y el fontanero Cándido Ortiz Añón, El Candi. Juntos acudieron a La Morajela con la única intención de secuestrar a una persona adinerada para así poder exigir un rescate por su liberación, con la mala suerte de que Anabel se cruzó en su camino.

Dos años después, el 29 de septiembre de 1995, los agentes localizaban su cuerpo tras una larga investigación. Un tiempo en los que los captores intentaron hacer creer que la joven estaba viva, a pesar de que la habían matado el mismo día del secuestro.

En Costa Rica se encontraba Arantxa Gutiérrez cuando salió a caminar a primera hora de la mañana el pasado 4 de agosto. Sin embargo, nunca volvió. Un hombre la asesinó cerca del hotel donde estaba de vacaciones con su pareja y ocho personas más, en el Parque Nacional de Tortuguero.

“Arantxa salió a correr por la mañana temprano como podría haber hecho cualquier mujer que quisiera disfrutar de sus vacaciones. Fue atacada por un maldito indeseable, un despojo de la condición humana”, afirmó su pareja seis días después en una rueda de prensa. La familia de la joven nunca descartó el móvil sexual, al igual que la policía costarriqueña, que una semana después daba por resulto el caso y detenía a Albin Díaz Hawkings como único sospechoso.

No es un comportamiento aislado en España. En Estados Unidos, todas las alarmas saltaban en el verano del año 2016, cuando tres jóvenes eran asesinadas en un espacio de nueve días mientras corrían en Michigan, Nueva York y Massachusetts. Las tres lo hacían a plena luz del día y seguían un recorrido habitual. Unos fallecimientos que reabrían el debate sobre si las calles eran seguras para las mujeres.

Miedo a correr solas

Según un estudio realizado por Runners World Magazine España en colaboración con EDP, nueve de cada diez mujeres en España se sienten inseguras cuando practican running en solitario. Además, casi la mitad, el 44%, les aporta seguridad el hecho de correr acompañadas.

Y no es para menos, ya que un 28% de las mujeres atletas han sufrido algún tipo de ataque mientras practicaban al aire libre, como persecuciones con un coche o acoso en grupo. Por ello, el 83% de ellas salen a plena luz del día y en zonas concurridas. Es decir, eligen el cuándo y dónde correr pensando solo y exclusivamente en su seguridad.

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