Andalucía investiga la desinfección con lejía de la playa de Zahara de los Atunes

Son las doce de la mañana, y sobre esta playa entre Barbate y Zahara de los Atunes no debería haber nadie. Pero no es así. La reunión que estaba programada para proteger los nidos del chorlitejo patinegro, un ave característica de la zona, se ha adelantado. Ocurre después de que el domingo la entidad autónoma de Zahara de los Atunes decidiera desinfectar las playas ni más ni menos que con lejía.

"Ha sido una actuación muy desafortunada", dice Daniel Sánchez, delegado de la Junta en Cádiz, de Desarrollo Sostenible. "Se ha puesto en peligro a especies que están dentro del catálogo de especies protegidas con una fumigación que no tiene ningún sentido. El virus no está en las playas sino en las personas. Hemos levantado acta de lo sucedido y ahora los técnicos valorando el alcance de los daños".

"La medida se adoptó con un poco de precipitación debido a la preocupación que los padres y madres manifestaron en las dependencias del ayuntamiento ante la inminente salida de los niños y niñas que podían realizar paseos por la playa", dice una nota emitida por la Entidad Autónoma esta mañana.

Pero claro, una cosa es desinfectar las calles y otra, dicen los ecologistas, meter los tractores en la playa y rociarla con lejía.

"Es una cacicada" dice rotunda Maria Dolores Iglesias, presidenta de la Asociación de Voluntarios Ecológicos Trafalgar. "Las aceras y el asfalto de desinfectan con lejía, pero hay gente que considera que el asfalto no se termina nunca. Si saco mi zona, como que esta desinfectada, piensan, cuando tengan que venir los turistas, antes de irse a ningún sitio vendrán a mi zona. Hay muchos Trump repartidos por la zona".

Pero desde Zahara niegan todavía la mayor. Argumentan que se usó agua con lejía diluida al dos por ciento, la misma, dicen, que para desinfectar frutas y verduras, y concluyen: "Por lo que no supone un impacto agresivo para el medio ambiente. En ningún momento se perjudicó con esta iniciativa al entorno dunar". Ahí, queda eso.

La Junta ya ha abierto una investigación. Para meter maquinaria pesada es necesaria una autorización que no se pidió. Añádanse los posibles daños causados por la lejía.

"El mismo domingo los agentes de medio ambiente visitaron la zona para valorar los daños producidos", dice Daniel Sánchez. "Se ha levantado un acta, habrá un informe del departamento de biodiversidad, y en el caso de que haya habido daños habrá una sanción".

La lejía, aseguran los ecologistas, ha tenido serios efectos: "Yo fui ayer martes, y todavía olía a lejía", cuenta María Dolores Iglesias. "Por donde ellos han pasado, y por donde la lejía ha estado, no se ve ningún insecto, y las rodadas de los tractores han afectado a nidos de chorlitejo"

Queda por ver la afectación que lo sucedido tendrá sobre las aves. Parece que no les afecta el coronavirus, pero la cosa no está tan clara con la lejía.