Cuarenta y cuatro años después de su inauguración, la AP-1 ha levantado sus barreras y ha pasado a ser gratuita, convirtiéndose así en la primera autopista de España en la que los vehículos dejarán de pagar peaje por transitar en ella.
La AP-1 une Vitoria con Burgos y era considerara una de las autopistas más transitadas del territorio español, con unos 21.000 vehículos transitando a diario.
La Plataforma de Afectados por la N-1 ha celebrado este día y aseguran que esto tenía que haber sucedido hace mucho tiempo, evitando así 257 muertes.
La plataforma defendía la apertura de la autopista porque aquellos que no se podían permitir pagar y acceder a ella, tenían que circular por la otra alternativa, la Nacional N-1 que discurre paralela. Una vía de trazado antiguo con un carril por sentido y con cruces muy peligrosos, además de eso con gran concentración de vehículos, donde un alto porcentaje corresponde a camiones.
Los afectados estiman que unas 257 muertes se han producido en ese peligroso tramo, a pesar de la celebración, desde la asociación aseguran que seguirán luchando para que se realicen mejoras en el tramo y deje de ser así un punto negro de las carreteras de España.
La medida es fruto del compromiso que adquirió el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, cuando se hizo cargo de este Departamento de no prorrogar la concesión ni el peaje en aquellas vías de pago que terminaran el contrato de concesión durante su mandato.
Así, en caso de que se agote la Legislatura, este compromiso supondrá también levantar el peaje del tramo de la AP-7 entre Tarragona, Alicante y Valencia, y de la AP-4 Sevilla Cádiz, en ambos casos en diciembre de 2019, cuando terminan sus concesiones con el grupo Abertis.
En cuanto a la AP-1, concluye su concesión con Europistas, una filial del grupo Itínere. No obstante, esta compañía seguirá encargándose del mantenimiento de la vía durante al menos seis meses más.