Los bebés pueden sufrir alergias nasales

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 12/09/2010 07:59

El estudio se realizó sobre más de 1.800 niños de 18 meses de edad, y un equipo francés descubrió que el 9 por ciento había tenido síntomas de alergias nasales (rinitis alérgica) el año previo. Esos bebés eran más propensos que el resto a tener marcadores objetivos de alergia.

Los bebés sufren ciertas alergias, como las alimentarias, pero existen dudas de si las reacciones alérgicas a sustancias irritantes en el aire, como el ácaro del polvo, el pelo de las mascotas y la humedad, pueden aparecer al año de vida.

Es que es difícil determinar si la nariz tapada o que gotea en un bebé es un síntoma de resfriado, otra infección respiratoria o alergia.

"Muchos padres primerizos no están preparados para la gran cantidad de resfriados que desarrollan los bebés", dijo el doctor Henry Milgrom, profesor de pediatría del National Jewish Health, en Denver, que no participó del estudio.

Los padres, agregó, deberían saber que los síntomas nasales son comunes en los primeros años de vida, en especial si el bebé convive con otros niños pequeños.

Pero con pruebas objetivas de indicadores alérgicos, Milgrom afirmó que el nuevo estudio confirma que algunos bebés y niños que empiezan a caminar tendrían alergias nasales.

El escenario es similar al del asma: muchos bebés y niños pequeños tienen episodios ocasionales de sibilancias, generalmente asociados con una infección viral, y a la mayoría no se le diagnostica asma cuando crecen. Pero algunos son asmáticos.

En el estudio publicado en la revista Allergy, el equipo de la doctora Isabelle Momas, de la Universidad Descartes en París, encuestó a los padres de 1.850 niños de 18 meses de edad y les tomó muestras de sangre a los chicos para analizar los indicadores biológicos de alergia nasal.

El 9 por ciento había tenido síntomas de una posible alergia nasal el año previo, lo que quiere decir que los padres mencionaron estornudos o nariz tapada o con goteo sin que sus hijos estuvieran resfriados o engripados.

Esos niños eran más propensos que el resto sin esos síntomas a tener ciertos marcadores biológicos de una alergia.

El 19 por ciento tenía una concentración elevada de células inmunológicas inflamatorias llamadas eosinófilas, comparado con el 12 por ciento de los hijos del grupo de padres que no mencionó síntomas alérgicos.

Además, el 5,5 por ciento de los bebés que habían tenido esos síntomas tenían anticuerpos a un alergeno inhalable (como los ácaros del polvo y el pelo de gato), comparado con menos del 3 por ciento del otros grupo de niños.

"Estos resultados respaldan la hipótesis de que la rinitis alérgica podría comenzar a los 18 meses de vida", escribió el equipo.