María, a sus 101 años, tuvo un final trágico, que desvela de nuevo el drama de la soledad de nuestros mayores. Uno de los lastres por los que la sociedad también tendrá que dar batalla en un día hoy en las que las mujeres reivindican la igualdad. María es el rostro que nos devuelve el espejo, una mujer que luchó toda su vida y que no pudo encontrar un final digno a la misma. Engañada, estafada, encontró la muerte en una casa de los Horrores montada por un grupo delincuentes movidos por la avaricia y la inhumanidad.
El equipo de delitos contra las personas de la Guardia Civil de Cádiz empezó a perseguir los hechos tras recibir una solicitud de colaboración internacional, procedente de la policía alemana de Frankfurt, en la que se interesaba la localización de una ciudadana de ese país de 101 años de edad, María Babes, de la que hacía tiempo no se tenían noticias. Solo conocían que se había trasladado a la provincia de Cádiz desde Tenerife.
Estrella y Markus, que así se llama la pareja que quiso hacer vil negocios con mayores indefensos de entre 80 y 100 años, idearon una casa de los horrores en las que drogaban a los mayores mientras les esquilmaban los ahorros de toda una vida. Una pareja a todas luces seductora porque lograban anular la voluntad de estas personas hasta convencerlas de abandonar una residencia para malvivir en una casa.
El caso de María es el más sangrante, por su edad, porque al final murió en extrañas circunstancias, y porque horas antes de su muerte lucía una salud que no hacía presagiar su trágico destino. De hecho hay un vídeo que lo demuestra.
Los investigadores después de recibir la petición de Alemania siguieron los pasos de María. Dieron con ella en una residencia de mayores de la localidad de Chiclana de la Frontera. Antes había pasado por varios hospitales, debido a una situación grave de salud, tal y como desvela andaluciainformacion.com y La Voz de Asturias.
Sola en nuestro país y sin familiares o amigos cerca, la pareja se ofrece como cuidadores personales. Los investigadores se preguntaron por qué y llegaron a las cuentas de la anciana. Y ahí llegó la sorpresa porque esta tenía una suculenta pensión y propiedades inmobiliarias. De la buena voluntad humanitaria se pasó en un segundo pues, a pensar que la pareja pretendía algo más. Al revisar finalmente las cuentas de María en los últimos tiempos las evidencias quedaron confirmadas. El saldo de la mujer había pasado de más de 162.000 euros en octubre del año pasado, a 300 a mediados de diciembre.
Los investigadores entonces contactaron con María, que había vuelto a la residencia de mayores después de haber pasado, sí, por la casa de los horrores y pusieron en su conocimiento la firma de documentos notariales por su parte que la dejaban en una situación de indefensión económica. La mujer negó los hechos a los investigadores que vieron cómo su salud era mejor ahora que la que habían recibido en sus informes hospitalarios. Fue en esos momentos de grave salud cuando se firmaron los documentos.
Lo más extraño de todo, y lo que no se explican es que María, tras ser advertida, accediera a dejar la residencia para instalarse de nuevo en la casa de los horrores, donde ya había sido retenida y maniatada. La pareja se personó el día anterior a su detención en el centro, y consiguió vencer una vez más la reticencia de María para marcharse en su compañía. Cinco horas después de la salida del centro de mayores, la anciana fallecía, algo más que extraño, ya que la mañana de su muerte aparecía en un vídeo en perfecto estado de salud tocando la pandereta en un desayuno navideño del centro. La salida del centro de María se produjo a las 11 de la mañana, en buen estado de salud, y su fallecimiento se comunicó a las 16 horas mientras iba en un turismo con sus cuidadores, sin más testigos del óbito. Más sospechas levanta el hecho de que la pareja decidiera incinerar a la mujer de manera casi inmediata. La firma de María se aclararía después porque las sorpresas desagradables se sucederían.
Con las evidencias de las cuentas en la mano, la Guardia Civil decidió actuar de inmediato y descubrió la casa de los horrores. La operación permitió rescatar a otros dos ancianos que los detenidos "cuidaban" y a los que mantenían encerrados, drogados y alimentados mediante sondas naso gástricas. A la detención de la embaucadora pareja de nacionalidad alemano-cubana, se sumaron las de otras 4 personas y la investigación de otras 9, por delitos relacionados con el blanqueo de capitales y la ordenación del territorio, en relación al lavado de dinero procedente de la descapitalización de sus víctimas.
En la casa de los horrores se encontraron billetes de la pareja para irse a Cuba . No solo eso en otro chalet cercano encontraron a una anciana holandesa y otro alemán también en situaciones lamentables. Y descubrieron que fue la primera quien se hizo pasar por María, seguramente también engañada.