Condenan a 11 de prisión a un hombre por violar y robar a una camarera

Informativos Telecinco / Agencias 27/11/2018 19:32

Los hechos juzgados tuvieron lugar en octubre e 2017 en el municipio de Torremolinos, Málaga. Según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado se insinuó en numerosas ocasiones a la chica, que lo rechazó. El hombre incluso llegó a ofrecerle dinero por un beso, algo que ella también rehusó.

El procesado se esperó al cierre del local, y aprovechando que la mujer entraba en la cocina, echó al único cliente que quedaba para quedarse a solas. La resolución indica que entonces la tiró al suelo y le pidió que se quitara la camiseta. "Aprovechando la situación de temor", le dijo que le diera la recaudación del bar. Posteriormente y "a pesar de la resistencia que oponía", la violó.

Una vez terminó volvió a amenazarla con matarla para que no le denunciase, aunque, "ante sus ruegos", desistió y antes de irse le dijo que "lo sucedido había ocurrido porque ella le provocaba y no había querido darle un beso".

Como consecuencia de los hechos, la denunciante necesitó de atención medica. La Sala destaca la "brutalidad de la agresión" sufrida por la víctima y la violencia, tanto física como de carácter sexual ejercida por el acusado, "cegado porque la chica había rechazado sus reiteradas insinuaciones".

Asimismo, el Tribunal considera que el acusado "miente descaradamente negando en un primer momento cualquier incidente dentro del bar y cambiando de versión en el plenario donde reconoce que la agredió con intención de defenderse porque creía que ésta, con la que dice había discutido por el importe de las consumiciones, le iba a atacar con un cuchillo".

Para la Sala esto "no resulta creíble" fundamentalmente "por el hecho de que las lesiones que la misma presentaba evidencian una brutal agresión que no es compatible con la versión que sostiene el procesado". Asimismo, añade que "aprovechándose del innegable temor que provocó su actuación" en la chica, le exigió que le diera la recaudación, sin que cesara la violencia, "dejando bien claro que él dominaba la situación".

Actitud violenta del procesado

Por otro lado, el Tribunal señala que no es exigible a la víctima que ponga en riesgo serio su integridad física o incluso su vida en defensa de su libertad sexual. En este caso apunta que es "muy claro que fue la violenta actitud del procesado que golpeó reiteradamente a la chica a quien también amenazó de muerte, lo que permitió al mismo realizar unos actos de innegable contenido sexual pese a que ella manifestó claramente su voluntad en contrario".

La Sala apunta también que las lesiones de la víctima "no revelan sino la brutalidad de la acción del procesado que, cegado porque la chica había rechazado sus reiteradas insinuaciones, toma a la fuerza lo que la misma le ha negado, prevaliéndose de su superioridad física y haciéndole ver que si no le causa más daños es porque no quiere, pues no se puede olvidar que llegó a amenazarla de muerte".

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