El detenido está acusado de tres delitos contra la seguridad vial por "conducir sin permiso de conducción", "de forma temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás" y "bajo los efectos de las drogas" y, a la vez, según los agentes de Seguridad Ciudadana que, además, han instruido diligencias contra este joven por "hurto de un vehículo a motor".
Los hechos ocurrieron el pasado 28 de octubre, cuando efectivos de Tráfico de la Guardia Civil en Calahorra (La Rioja) que transitan por el kilómetro 356 de la N-232, observan al conductor de una furgoneta realizar maniobras de adelantamiento antirreglamentarias.
Los agentes le ordenaron que se detuviera, pero el conductor hizo "caso omiso y aumentó su velocidad emprendiendo la huida por el carril contrario de manera negligente y temeraria, poniendo en grave riesgo la vida del resto de usuarios de la vía".
Los otros conductores tuvieron que salirse de la calzada para evitar una colisión frontal, llegando a alcanzar velocidades superiores a las permitidas y a circular constantemente en zig-zag, por lo que la Guardia Civil cerró las vías de comunicación para evitar daños mayores.
A la altura del kilómetro 361,500 este conductor ahora detenido realizó un adelantamiento prohibido y colisionó lateralmente contra otro vehículo sin resultar nadie herido. Seguidamente cambió bruscamente de dirección y se metió en un camino de tierra anexo al kilómetro 364, por donde recorrió un kilómetro hasta que colisionó contra el talud, tras perder el control de la furgoneta.
A este punto, el joven de 18 años abandonó el vehículo y continuó a la carrera durante varios kilómetros por zona de monte bajo y viñedos hasta que fue interceptado.
Positivo en cannabis, anfetaminas y metanfetaminas
En dependencias policiales se constata que este joven no posee permiso de conducción y que ha robado el vehículo en la localidad de Alfaro. Se le realiza la primera prueba de detección de drogas que revela resultado positivo en "cannabis", "anfetaminas" y "metanfetaminas", negándose seguidamente a la realización de la segunda prueba.
Los agentes tienen que trasladarlo a un hospital de Logroño al sufrir un alto grado de excitación, agresividad, paranoia y alucinaciones que requirió asistencia médica, por lo que no pudo ser arrestado.
Durante la mañana del viernes 2 de noviembre agentes del Equipo de Atestado procedieron a notificar a este joven y en presencia de su abogado, los delitos anteriormente citados por los que iba a ser investigado. Seguidamente quedo en libertad, no sin antes ser advertido de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea citado.