El Consejo Escolar del Estado no descarta suspender definitivamente las clases presenciales

  • Las universidades españolas ya decidieron no dar más clases presenciales

  • Informativos Telecinco ha tenido acceso al documento de recomendaciones del Consejo Escolar del Estado

  • Sostiene que las repeticiones sean "un recurso realmente extraordinario"

La comisión permanente del Consejo Escolar del Estado, el mayor órgano consultivo en materia educativa, ha votado este martes un documento, --al que ha tenido acceso Informativos Telecinco--, que contiene recomendaciones sobre las actuaciones que convendría adoptar ante la crisis del coronavirus y el Estado de Alarma decretado por el Gobierno. Las conclusiones se conocerán de forma más detallada en las próximas 24 horas, pero ya se saben algunas de las recomendaciones en las que ha habido quorum: recomiendan que los exámenes se limiten al contenido dado en clase, sostienen que las repeticiones se pueden producir pero que han de ser algo excepcional y que la prueba de selectividad no será en una fecha única.

Entre las cuestiones que tenía que debatir el Consejo destacaba la que proponía suspender definitivamente las clases presenciales en todas las etapas educativas no universitarias para lo que queda de curso, que finaliza el próximo mes de junio. La mayoría de las universidades españolas, donde la actividad lectiva finaliza antes, ya han decidido que no volverán a celebrarse más clases presenciales. Por el momento, esa decisión no parece tener el consenso deseado.

"Las repeticiones deben ser un recurso realmente extraordinario"

El presidente del Consejo Escolar del Estado, Enrique Roca, propuso que la repetición fuera algo "realmente extraordinario" este curso ante las "circunstancias especiales de la pandemia" que mantienen suspendidas las clases presenciales en todos los centros educativos españoles desde el pasado 16. Y parece que en este punto sí tenemos consenso. La comisión permanente del Consejo Escolar del Estado ha dado su visto bueno a limitar la repetición como algo "realmente extraordinario".

"Creemos que la decisión del Consejo Escolar va en la línea correcta. Si hubieran optado por recomendar el aprobado general hubiera supuesto dar por terminado el curso de facto y hubiéramos enviado un mensaje muy desmotivador y poco incentivador a los estudiantes. Dentro de la excepcionalidad, los alumnos no solo necesitan continuar con sus estudios para llevar una vida lo más organizada y normalizada los meses de curso escolar que restan, sino una serie de alicientes y motivaciones para continuar con esa formación", señalan fuentes de la Asociación de Colegios Privados e Independientes (CICAE) a Informativos Telecinco.

"Reconocer un aprobado general o que los contenidos que estudian en casa no cuenten para su evaluación, sería como suspender el esfuerzo que han realizado hasta ahora. Creemos, además, que la evaluación de los contenidos online es posible y también que no debería ser la preocupación prioritaria en este momento. Confiamos en la experiencia y profesionalidad de nuestro cuerpo docente que cuenta con criterios como la evaluación continua y el rendimiento académico del alumnado a lo largo del curso, así como herramientas muy válidas para valorar su aprendizaje durante la educación online. Debemos buscar el máximo equilibrio y analizar, con los recursos que tenemos, las situaciones concretas de cada alumno", añaden desde CICAE.

A este respecto, lo que se recoge en el documento de las propuestas del Consejo Escolar a las que Informativos Telecinco ha tenido acceso es que, ante las “circunstancias especiales de la pandemia”, la “evaluación final negativa y la repetición deben ser también recursos realmente extraordinarios, mesurados y siempre adoptados por el equipo docente”. Así, recalcan que “debe asegurarse que ningún estudiante pierda el curso por la situación creada por el coronavirus”, subrayando que “en ningún caso la no realización de las tareas en casa servirá para perjudicar al alumnado que no ha podido realizarlas de forma adecuada”.

"El trabajo educativo se debería centrar en el repaso y la profundización"

En su documento, el Consejo Escolar del Estado divide sus recomendaciones entre las hipótesis de si se reanudan o no se reanudan las clases antes de fin de curso, así como entre etapas, enseñanzas y opciones educativas.

Atendiendo a la posibilidad de que las clases presenciales puedan reanudarse antes de final de curso, proponen que "respecto a las tareas educativas para el trabajo en casa, las administraciones educativas dispongan lo necesario para que dicho trabajo y su evaluación se centren, como hasta ahora, sobre los aprendizajes básicos programados”. En este sentido, recalcan, se debe asegurar que tanto profesores como alumnos “puedan realizar todos los procesos de enseñanza y aprendizaje en las mejores condiciones posibles, ofreciendo desde las administraciones educativas y los centros el apoyo material y de todo tipo que necesiten”. Por eso, sostienen que se ha de tener "especialmente en cuenta a los alumnos y alumnas que por circunstancias socioeconómicas y/o familiares no gocen de los recursos tecnológicos, materiales y humanos, que les permitan un acceso equitativo y de calidad a distintas fuentes del conocimiento (físicas o virtuales)”; una circunstancia a la que se refieren reiteradamente a lo largo del documento. La brecha digital, entre otras cuestiones socioeconómicas, no pueden ser decisivas. “Las actividades de aprendizaje que se programen por parte de los centros y los docentes”, sostiene el escrito, no deben implicar “el retraso del alumnado que no cuente con medios adecuados para llevarlas a cabo”.

Es por este motivo por el que el Consejo Escolar del Estado apunta que “el trabajo educativo se debería centrar en el repaso, profundización y afianzamiento de los contenidos y aprendizajes fundamentales de cada materia y en las competencias básicas abordadas desde el comienzo del presente curso hasta el mes de abril”. Una vez reanudadas las clases presenciales, sostienen, “los centros y el profesorado adaptarán sus actividades lectivas a las nuevas circunstancias, a partir de una reducción y condensación de los currículos orientada al desarrollo de los aprendizajes fundamentales y las competencias básicas”.

Más allá, y a ese respecto, proponen que “las evaluaciones estén “basadas en el grado de adquisición por parte del alumnado de los objetivos educativos, los contenidos, aprendizajes y competencias señalados y trabajados, tanto en casa por el alumnado durante el confinamiento, como en las clases presenciales a partir del momento que éstas pudieran realizarse”.

Por último, en este supuesto relativo a que se retomen las clases presenciales, apuntan que “la evaluación del tercer trimestre en cada una de las materias, si resulta positiva, se entenderá, siempre que sea posible, como recuperación de las anteriores para aquellos alumnos que tuvieran una o las dos insuficientes”, aunque precisa que, en cualquier caso, “la evaluación final tendrá en consideración las evaluaciones de los tres trimestres”, recordando que, ante todo, se ha de “garantizar” que los estudiantes “puedan realizar en igualdad de condiciones todas las tareas y evaluaciones programadas”.

La posibilidad de que se supendan las clases

Por otra parte, en el caso de que se suspendan las clases presenciales hasta el inicio del siguiente curso, proponiendo seguir los procedimientos anteriores, sugieren que las administraciones educativas dispongan las medidas necesarias para que todo el alumnado pueda ser "evaluado del tercer trimestre desde su lugar de residencia, de modo telemático o de cualquier otro modo, siempre que fuera imposible o netamente desaconsejado por las autoridades sanitarias realizar una evaluación en las aulas y que no suponga en ningún caso, una discriminación derivada de diferencias socioeconómicas de acceso al conocimiento”.

Más allá, en lo que se refiere a la no reanudación de las clases, el Consejo Escolar del Estado propone que “la evaluación final de 4º de la ESO tendrá en consideración las evaluaciones de los dos primeros trimestres y la del tercero”, de acuerdo a las precisiones previamente marcadas, lo que permitirá la obtención del título de graduado en ESO.

De igual modo, en lo que se refiere a 2º de Bachillerato, “tendrá en consideración las evaluaciones de los dos primeros trimestres y la del tercero, evaluación ésta que será considerada, en el caso de que resulte positiva, como recuperación de las dos anteriores y, en consecuencia, permitirá la obtención del título de Bachillerato y habilitará para realizar las pruebas de acceso a la universidad”.

"Los estudiantes no están de vacaciones"

La Confederación Española de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (CEAPA) pedía que solo se evaluara lo aprendido en las aulas hasta el mes de marzo. Y se ha tenido en cuenta. Una propuesta que se traslada también a la Selectividad: "Las pruebas se adaptarán de forma que no incluyan las materias no impartidas presencialmente, adaptando el modelo de examen a las circunstancias excepcionales".

"Estamos de acuerdo en que el calendario debe proseguir según estaba previsto para que los alumnos tengan opción a desconectar y afrontar con energía la vuelta al colegio en septiembre. Recordamos que los estudiantes no están de vacaciones y se están enfrentando al aprendizaje de otras competencias como la autonomía, la resiliencia y la organización para enfrentarse a una nueva situación, en la que son más responsables de su propio aprendizaje", señala CICAE en lo que respecta a la posibilidad de no ampliar las clases durante julio y agosto.

No habrá fecha única para la selectividad en toda España como pedía el CSIF

Sobre la Selectividad, el sindicato CSIF reclamaba medidas para "salvaguardar la salud" de los estudiantes y personal docente como ampliar la distancia en la que se sientan los alumnos o limitar su número en las aulas. También que se reduzcan los contenidos de la prueba "a la parte curricular común marcada para todo el Estado".

El órgano consultivo que integran representantes de toda la comunidad educativa ha rechazado la propuesta del sindicato CSIF para que las pruebas de acceso a la universidad, la antigua Selectividad, tengan una fecha única en el conjunto de España.

El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas acordaron hace dos semanas celebrar la denominada Prueba de Bachillerato de Acceso a la Universidad (EBAU) entre el 22 de junio y el 10 de julio, después de posponer la prueba tras la declaración del Estado de Alarma.

A este respecto, el Consejo Escolar del Estado subraya que, una vez establecidas esas fechas en el nuevo marco temporal acordado, "convendría revisar la evolución de la pandemia", razón por la cual afirman que "estudiarán de nuevo el 5 de mayo si es necesario hacer una nueva propuesta sobre la EBAU".

Piden unidad de criterios en la selectividad a las comunidades autónomas

Además, en este sentido, solicitan "que las autoridades educativas competentes fijen de manera urgente la estructura concreta y los temarios de la EBAU, siguiendo criterios compartidos por todas las comunidades autónomas, para evitar posibles discriminaciones". Se trata, dicen, de "garantizar para todos los alumnos y alumnas del sistema educativo español las mismas condiciones de igualdad y justicia en la aplicación de las EBAU, ya que habilitan también en igualdad de condiciones a las distintas universidades españolas". Así, finalizan su propuesta estableciendo que "el calendario de realización de las pruebas se adaptará para garantizar el acceso del alumnado con la debida seguridad según las indicaciones de las autoridades sanitarias".

Las pruebas extraordinarias, en septiembre

Por último, el documento del Consejo Escolar del Estado recoge una serie de propuestas de carácter general, entre las cuales destaca la sugerencia de que las pruebas extraordinarias “para todos los cursos”, y en caso de que “se consideren imprescindibles en las distintas etapas educativas”, se relicen “en septiembre”, con el fin de “aprovechar al máximo el tiempo de actividad lectiva en el mes de junio, sea esta a distancia o presencial”.

En esa línea, apuntan que “no se deben prolongar clases o evaluaciones en el mes de julio”, recalcando que, como el conjunto de la sociedad, profesores, alumnos y familias “están hacien-do un esfuerzo para seguir el curso con la formación no presencial”. “Ahora no están de vacaciones y la carga psicológica que han tenido que soportar también exige un tiempo normal de descanso. Habría que tener en cuenta, además, los inconvenientes que podría suponer esta medida para la programación de las vacaciones y la conciliación familiar”, se lee en el documento.

Por otro lado, llaman a que, “en atención al alumnado más vulnerable”, se garantice, como cuestión “imprescindible”, y en todos los centros “sin distinción”, “el mantenimiento de todos los docentes, personal complementario y de apoyo, personal de administración y servicios, así como los sistemas de provisión de sustituciones”, subrayando que, en estas circunstancias, son “necesarios”. “Las ausencias de profesorado, por situaciones de incapacidad temporal no puede limitar la atención educativa a aquellos alumnos y alumnas que no dispongan de un tutor de referencia, por lo que los llamamientos del personal sustituto deben seguir funcionando en aquellos casos en los que las direcciones de los centros determinen”, concluyen.

Más allá, entre las propuestas generales piden que estas medidas, al igual que las anteriores, se apliquen de forma común en todo el sistema educativo español, al tiempo en que señalan la importancia de que las administraciones procuren “que cada alumno y alumna cuenten con los materiales y la ayuda necesarios para seguir avanzando en su progreso escolar en base a sus necesidades”.

Finalmente, reconociendo el esfuerzo de todos, en su listado de recomendaciones el Consejo Escolar del Estado concluye sugiriendo “que las autoridades educativas actúen con flexibilidad y de modo constructivo, favoreciendo esas nuevas formas de trabajar, dentro del marco legal, así como organizando, dando publicidad y coordinando iniciativas para que todos los esfuerzos caminen en una misma dirección”.