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Adrián mató a su novia, Nelea S., de 26 años en la casa que ambos compartían en esa localidad de Vinarós (Castellón), la descuartizó y trasladó el cuerpo en bolsas de basura a un descampado. Un jurado lo ha declarado culpable este jueves del asesinato de la mujer en febrero de 2019.
Adrián, el homicida de Vinarós pidió ayuda de un amigo para trasladar el cuerpo de Nelea en un coche hasta un descampado en Ulldecona (Tarragona), donde estuvo enterrado durante 50 días hasta que los investigadores descubrieron el crimen.
El jurado ha considerado probado que el asesinato fue alevosía y con ensañamiento, y podría incluirse en la sentencia además como probada la agravante de género y parentesco. Así lo solicita el Ministerio Fiscal y la acusación particular que piden para el acusado una pena de 25 años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco.
Nelea desapareció el 17 de febrero de 2019 dos días después de haber mantenido una fuerte discusión con su novio en la entrada de una discoteca de Vinaroz (Castellón), según contaron algunos testigos que presenciaron la violenta discusión. Fue la última vez que se supo de la mujer.
Adrián, sin embargo, denunció la desaparición de Nelea 15 días después, cuando una amiga contaba en Facebook que no había de ella desde hacía muchos días. Desde el principio, los investigadores sospecharon de su implicación, algo que terminó confesando durante un interrogatorio.
Los investigadores sostienen que la mató a golpes y días después descuartizó su cadáver y lo enterró en una finca de Ulldecona (Tarragona) adonde lo transportó en bolsas de basura.
La madre de la víctima, que declaró por videoconferencia desde Moldavia declaró que hablaba a diario con su hija y que notaba que tenía "miedo" y estaba muy delgada, por lo que le preocupaba mucho. También explicó que su hija -que tenía 26 años cuando fue asesinada- le dijo tres días antes de que desapareciera: "Mi muerte vendrá de manos" de su pareja.
Una de las amigas de la víctima explicó en el juicio que ella fue testigo de una agresión por parte del procesado a la víctima, quien también le contó -del mismo modo que indicó otra testigo- que la había "secuestrado y encerrado" durante varios días en una vivienda que tenía el procesado en Sant Jordi y que también le quemó una maleta con ropa, del mismo modo que vio a su amiga marcas y moratones en el cuerpo. También contó que Nelea le dijo que ella quería volver a Alemania pero su novio "no la dejaba".