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Gran parte del colectivo LGTB en España, cifrado en un 62% del total, oculta la condición sexual en su puesto de trabajo y un 20 % considera, además, que en su empresa "no existe igualdad" para exponer datos personales de esta índole ya que siguen persistiendo conductas exclusivas aún "con mucha frecuencia".
Conducta que entre el 6 y el 8 % de los casos ha desencadenado, tras confesar su orientación sexual, una situación de discriminación de algunos de sus compañeros hacia la persona implicada. El 'mobbing' ha repercutido en acciones sufridas como que el 31% asegura haber sufrido bromas; el 25% comentarios; el 10% insultos; entre el 6 y el 8% 'mobbing'; y el 3% agresiones.
Detrás de esta exclusión se encuentran como principales responsables los compañeros de trabajo en el 25% de los casos; los jefes (18%); los directivos (17%); los subalternados (13%); y personal de recursos humanos (7%).
De esta manera, el análisis denominado 'La Diversidad LGTB en el contexto laboral en España', y elaborado por Banco Santander, en colaboración con Axa, Grand, Nationale-Nederlanden, Telefónica y el Centro de Diversidad del IE, ha señalado el comportamiento de personas identificadas con el colectivo homosexual dentro de su lugar de trabajo.
Óscar Muñoz, director del estudio, ha insistido en no abandonar el tema en "arbitrariedades y en el terreno de lo discutible. Es necesario que exista un clima de respeto para todos". El autor del informe ha respaldado el resultado al haber sido constatado de manera "muy amplia" a través de 821 respuestas distribuidas por toda la geografía nacional.
El responsable del proyecto también ha indicado que el hecho de que una persona esconda su tendencia sexual ocurre porque es un tema que "forma parte de su vida privada". En este sentido, el 58% ha respondido que a nadie le interesa lo que haga fuera de su trabajo; el 42% para evitar rumores; el 34% para que no cambie su valoración como profesional; el 28% por miedo al rechazo; el 21% para que no se cierren puertas en su carrera profesional; el 13% por miedo a ser despedido; y el 3% porque le supone un esfuerzo tener que dar explicaciones.
"En empresas de mayor dimensión las personas LGTB deciden invisibilizarse más al generar mayor anonimato", ha confirmado Muñoz. También ha establecido tratamientos diferentes dependiendo de la región, ya que los andaluces "son los más armarizados tanto en su vida privada como en su vida profesional", ha continuado el director del análisis.
Entre los modelos más propensos a confirmar su condición sexual abiertamente en su puesto de trabajo se encuentran perfiles como "hombre gay de unos 40 años con buen nivel profesional; que trabaja en empresas grandes de las regiones Levante, Cataluña, Baleares o Madrid; y de los sectores de diseño y publicidad, comercio y distribución, administraciones públicas o enseñanza universitaria".
"Salir del armario" es una conducta, según la investigación, respaldada por el 46 % de los hombres pertenecientes al colectivo LGTB en el ámbito laboral. Gran parte de este resultado es consecuencia de la normalización de este grupo entre personas menores de 30 años, aunque son las empresas las sujetos que más ser armarizan", ha explicado Muñoz.
Asimismo, ha resaltado que la variable que más influye para que la gente muestre la condición sexual es que la empresa disponga de programas específicos de LGTB, que hacen que aumente al 53 % el número de personas visibilizadas.