Gemelas separadas al nacer se reencuentran 36 años después: "es como verme a mí misma"

  • Emily Burshnell y Molly Sinert vivieron infancias similares en la distancia

  • Nacidas en Corea del Sur en 1985, fueron enviadas a hogares de acogida separados

  • Adoptadas por dos familias estadounidenses que ignoraban que eran hermanas

Emily Bushnell y Molly Sinert actúan como si fueran amigas de toda la vida, pero estas gemelas idénticas que fueron separadas al nacer se conocen solo desde hace unas semanas. "Es una locura, siento que conozco a Molly desde siempre", le cuenta a 'People' Emily, administradora de un bufete de abogados. "Estar con ella es como mirarse en un espejo", replica Molly, gerente de un programa de atención médica.

Nacidas en Corea del Sur en 1985, las hermanas fueron enviadas a hogares de acogida separados cuando eran bebés, antes de ser adoptadas por dos familias estadounidenses que no sabían que eran hermanas. Bushnell fue adoptada por Sandy Schwartz Klein y Christopher Bushnell, ambos de 66 años, y creció con tres hermanos mayores en Yardley, Pensilvania, un agradable suburbio en las afueras de Filadelfia.

Mientras tanto, Sinert creció como hija única de Merill, de 67 años, y de Marla Sinert, de 65, en Winter Park, Florida. Aunque les separaban cientos de kilómetros, las gemelas tuvieron una infancia idílica similar: fueron criadas como judías, trabajaron como camareras en la escuela secundaria y tomaron lecciones de baile cuando eran niñas. Ninguna pensó mucho en su familia biológica hasta los 30 años. "Sabía que era adoptada, pero no tenía ningún interés real en encontrar a mi familia coreana", dice Sinert. "Crecí yendo a la sinagoga, una niña judía coreana, y yo era una niña feliz".

Bushnell y Sinert se vieron empujadas a hacerse la prueba de ADN de la empresa de genómica 23andMe por diferentes razones, pero ambas sentían que algo faltaba en sus vidas. Cuando el único hijo de Bushnell, Izzy, ahora de 11 años, cumplió 10, pidió más información sobre los parientes biológicos de su madre. A principios de este año, después de un problema de salud, Sinert decidió investigar cualquier enfermedad genética que pudiera atribuirse a sus padres biológicos. Bushnell había enviado una muestra del ADN de Izzy a petición suya, mientras que Sinert envió la suya.

En marzo, Sinert se sorprendió al recibir un correo electrónico de 23andMe prediciendo que tenía una hija. Ella y su esposo, Stephen Ellis, de 39 años, gerente farmacéutico, no tienen hijos. "Al principio pensé que la prueba era una estafa", recuerda Sinert. Aún así, decidió enviar un mensaje a Izzy, cuyo perfil estaba vinculado a los resultados. Entonces Bushnell, que administra la cuenta de Izzy, buscó online a Sinert y encontró un video reciente de ella en un evento laboral. "Era como verme a mí misma", recuerda Bushnell. "Quedé en completo shock."

Reencuentro en su 36 cumpleaños

La pareja pronto se dio cuenta de que eran gemelas idénticas después de comparar fotos y cumpleaños. Pero no querían que su primera reunión fuera por vídeo, por lo que decidieron reunirse en el hotel Hyatt Centric en Fort Lauderdale, Florida, el 29 de marzo, su 36 cumpleaños. "Sentí todas las emociones bajo el sol", dice Bushnell sobre el reencuentro con su hermana. "Todo lo que quería hacer era abrazarla".

Para Sinert, ese primer abrazo fue de alivio: "saber que teníamos el resto de nuestras vidas juntos".

"Tenemos mucho que aprender sobre las vidas que hemos vivido", agrega Sinert, volviéndose hacia su hermana y luchando por contener las lágrimas. "Pero siento que me conoces mejor que nadie".

Desde su reunión inicial, Bushnell y Sinert se han entregado a una rutina fraternal, enviándose mensajes de texto todos los días, intercambiando ropa y planificando viajes juntas. Sus familias se conocieron por primera vez en Pensilvania el mes pasado. Aunque los amigos y la familia a veces confundían a las hermanos, Sinert dice que "el tiempo voló" en el viaje. "Me he reído más en los últimos días que en mucho tiempo", agrega Bushnell después de estar con su hermana. "Ella me entiende, y por primera vez siento que puedo ser yo".

Bushnell y Sinert todavía tienen que decidir si quieren conectarse con sus padres biológicos y cuándo. Han estado hablando con otros gemelos que fueron adoptados de Corea del Sur y también están en contacto con sus agencias de adopción para filmar un documental sobre su experiencia con el Seoul Broadcasting System.

"Saber que tengo a alguien con quien emprender ese viaje es muy especial", dice Bushnell. "Es el mejor regalo".