Sáenz de Miera, experto en cambio climático: "Hacen falta políticas para modificar los comportamientos individuales"

  • “Antes lo importante era tener petróleo, ahora lo importante es tener sol”, asegura este experto

Decir que alguien rebosa energía cuando trabaja en una empresa eléctrica puede resultar un chiste fácil, pero Gonzalo Sáenz de Miera, director de Cambio Climático de Iberdrola, se muestra tan convencido de que tenemos “el viento a favor” para cambiar el modelo energético que es casi imposible no contagiarse de su entusiasmo.

“Todas las noticias de las últimas semanas van en la buena dirección: el plan de recuperación español alineado con el ‘Green deal’, los datos positivos de reducción de costes de las energías limpias, más concienciación social sobre el cambio climático, la sentencia del Tribunal de la Haya que obliga a Shell a reducir sus emisiones, el anuncio de la instalación en Guadalajara de una fábrica de electrolizadores para todo el mercado europeo….¡Y las diez principales economías del mundo han anunciado objetivos de neutralidad climática a 2050!".

Y es que este experto en energía y sostenibilidad no disimula su optimismo y convencimiento de que se puede entrar con buen paso en una década que será clave para el cumplimiento del acuerdo de París.

Pregunta: El Gobierno acaba de aprobar la Ley del Cambio Climático y ha presentado un informe para pensar cómo será España dentro de 30 años. Las medidas, como eliminar los vehículos de combustión o la prohibición de vuelos cortos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ¿son suficientemente ambiciosas?

Respuesta: Hablar de neutralidad climática en 2050 es un objetivo realmente complejo, pero viable. En los últimos años se ha producido una revolución tecnológica de las energías limpias, de la fotovoltaica y la eólica, que hace que hoy en día sean más competitivas y que nos va a posibilitar alcanzar esos objetivos de la ley del cambio climático, pero con una gran reducción del coste de la energía.

Hace diez años estos objetivos nos habrían parecido muy costosos, pero ahora será posible alcanzar un sector eléctrico con el 80% de la energía de origen renovable, que es el doble de lo actual, pero reduciendo el coste.

P: ¿Qué cambios traerá?

R: Se va a producir una electrificación de la economía. La electricidad barata y limpia hace que sea posible descarbonizar sectores como el transporte, el calor y hacerlo de forma competitiva. Vemos que para 2050 los costes unitarios del transporte se reducen un 16%, los de la calefacción un 12%, un 43% el coste de la electricidad.

Esa es la verdadera transformación. No solo será posible luchar contra el cambio climático reduciendo el coste de la energía, sino también aprovechar las oportunidades industriales que se van a producir en todos los sectores económicos.

Estamos hablando de una verdadera revolución industrial y España está en una buena posición para aprovechar las oportunidades. Porque si vamos a un sistema casi 100% renovable, tenemos más recursos renovables –sol y viento- que nuestros vecinos europeos, lo que supone una ventaja competitiva a futuro con los países del norte. Antes lo importante era tener petróleo, ahora lo importante es tener sol.

P: En esta transformación, ¿las empresas están cambiando por conciencia ambiental, por imagen o por convencimiento de que este camino sale rentable?

R: Ese es el gran cambio, que resulta rentable y abre oportunidades para aprovechar negocios en todo el mundo. Pero hay que darse cuenta de que existe una enorme competencia para aprovechar estas oportunidades, no solo entre países, también entre empresas. Aquellas que tengan esta visión de futuro serán líderes y podrán aprovechar las oportunidades industriales, las que vayan con retraso tendrán problemas de vialidad.

P: Las pequeñas empresas, ¿pueden sumarse a este reto?

R: Todas las empresas, independientemente de su tamaño, tienen que entender que para hacer frente al problema de la contaminación del aire y del cambio climático tenemos que cambiar totalmente el modelo energético.

En el sector eléctrico vamos hacía un modelo 100% renovable. En el transporte, la dirección es la electrificación por el impulso del vehículo eléctrico, que en tres años va a ser completamente competitivo. En calefacción, el esfuerzo se va a centrar en el aislamiento de los edificios y en el suministro de energía renovable a esos edificios a través de la bomba de calor.

Y en el sector industrial va a cambiar todo. Donde no se puede electrificar, hay una apuesta clara del Gobierno por el hidrógeno verde que será plenamente competitivo en siete u ocho años.

P: La pandemia puede acabar resultando una oportunidad para impulsar la batalla contra el cambio climático, porque Europa y los gobiernos están decididos a que la recuperación se sustente sobre la sostenibilidad….

R: En el grupo español de crecimiento verde hace años que defendemos que la economía verde lejos de ser una barrera para el desarrollo económico es una oportunidad. Hoy todo el mundo acepta que no hay una economía sostenible sin un medio ambiente sostenible.

El plan de recuperación lo que hace es acelerar o concentrar en tres años las inversiones que se iban a realizar en los próximos 15 años y si están bien alineadas puede ser una aceleración de todo este proceso muy relevante. La pandemia ha generado unas políticas públicas y una concienciación que va a acelerar todo este proceso.

P: Tenemos la tecnología, la apuesta por la inversión, la financiación… ¿Qué falta?

R: El sistema ha estado basado en una economía de combustibles fósiles y ahora hace falta adaptarla a un nuevo modelo. Para ello necesitamos políticas fiscales basadas en el principio de que “quien contamina paga”. También tienen que agilizarse los procesos administrativos e implementar políticas de transición justa para no dejar a nadie atrás.

Por último, tiene que haber políticas industriales y de innovación, porque para que las empresas podamos ser competitivas tenemos que serlo en cada una de las fases de la cadena de valor, de forma que el empleo y la industria asociada al desarrollo de estas renovables se quede en nuestro país.

P: A un experto en cambio climático, ¿qué le preocupa cada día cuando mira por la ventana?

R: La mayor intensidad y la mayor frecuencia de fenómenos climáticos extremos, de incendios, inundaciones, la tormenta Filomena, temperaturas extremas… Y sobre todo, que España va a ser uno de los países más afectados y veo que impactará en sectores como la agricultura o el turismo. Me preocupa mucho la adaptación al cambio climático, y los informes que nos señalan que este problema se está acelerando.

P: Usted va en bici a todas partes, en transporte público, tiene un coche eléctrico…

R: Sí, pero tengo claro que no vale con los comportamientos personales. Por muy concienciados que estemos, luego todos podemos ser poco coherentes. Por ejemplo, con las bolsas de plástico se consiguió que hubiera una conciencia social y luego una regulación que todos aceptamos muy bien y que ha cambiado la relación con el uso del plástico.

Yo soy un convencido de la necesidad de las políticas para modificar los comportamientos individuales y los de las empresas porque si no, no cambiamos.