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Un joven (que antes era una adolescente) fue agredido este sábado por la noche en una zona cercana a la estación de autobuses de Reus, en Tarragona. La víctima es un menor transexual que iba acompañado de una amiga, que también sufrió golpes y arañazos, aparentemente sin gravedad. Además, los presuntos autores de la agresión homófoba les habrían robado un teléfono móvil.
Los progenitores de los chavales han cursado denuncia en la comisaría de Reus. Los agentes han analizado todos los hechos descritos por los menores de 15 años y han confirmado que la línea de investigación abierta sería por un robo con violencia y otro por un presunto delito de odio.
Los hechos se remontan a las 23:00 horas del sábado. El padre de una de las víctimas llamó a la Guardia Urbana denunciando la posible desaparición de su hija. Aseguró que había hablado con ella hacía poco y que le había explicado que iba para casa.
Antes del amanecer, la menor llegó a casa. Según el Diario de Tarragona, explicó a sus padres que había sido víctima de un robo con violencia y que iba acompañada de un amigo. No quiso dar detalles de su compañero, y solo que habían estado juntos toda la noche. El padre avisó a la Guardia Urbana que había vuelto la menor y dio las gracias por el trabajo que hubieran activado por la noche en busca de su hija.
La Guardia Urbana se preocupó por la menor y en la noche del domingo llamó a la familia para ver cómo estaba la joven, quien se hizo un chequeo en el hospital Sant Joan de Reus, pero sin nada de gravedad. Su acompañante también se encontraba bien.
Pero en aquella llamada se pudo identificar a la otra víctima un joven de la misma edad. Él es transexual y se barajó la posibilidad de que el robo con violencia tuviera un trasfondo de odio.
Las dos familias decidieron presentar denuncia a los Mossos d'Esquadra. Los autores del robo podrían ser personas que habrían ya coaccionado, insultado y amenazado en el pasado al menor transexual. Ante esta posibilidad, a la investigación del robo con violencia se añadiría el posible delito de odio.
Los agentes de la Policía catalana han confirmado que se ha abierto una investigación.
El delito de odio o fomento de la violencia contra grupos o personas determinadas por motivos racistas, étnicos, ideológicos, religiosos, etc., pretende proteger el respeto al diferente, sometiendo las libertades de expresión e intelectuales, a un principio superior: "la igualdad y dignidad de todos los ciudadanos".
Está castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años y además con la pena de multa de seis a doce meses.