Kim Kardashian pone a soñar a los pobres: se gasta un millón de dólares en su fiesta de cumpleaños en una isla privada

  • La influencer alquiló un avión para trasladar a sus invitados a un resort

  • Se justificó diciendo que todos sus invitados fueron examinados con PCR

Kim Kardashian West, esa mujer que se ha forrado vendiendo su vida, sí que sabe de Marketing. Sin ningún máster de Harvard, ha construido su marca a golpe de alimentar las fantasías de los pobres de ser millonario. Esta semana la influencer ha festejado su cumpleaños 40 para celebrarlo se ha gastado un millón de dólares en una gran fiesta en una isla privada con una docena de amigos, todos con PCR.

Kim Kardashian, como parte de la celebración, compartió el evento con sus 190 millones y 67 millones de seguidores en Instagram y Twitter, respectivamente, porque compartir cada instante de su vida es lo que mejor sabe hacer Kardashian West.

Las fotografías de Kourtney, Khloé, Kendall Jenner y Rob Kardashian y demás invitados están colgadas en las redes en una exhibición sin disimulo del lujo: tratamientos de spa y caminatas guiadas a través de la exuberante isla, de la polinesia francesa. Sin embargo, muchos de sus seguidores le han afeado por organizar una celebración en tiempos de pandemia.

Un usuario de Twitter ha considerado una exhibición cruel e insensible de privilegios durante una época de crisis mundial. Otro recuerda que la gente está sufriendo y y tú exhibes tu riqueza. Y de ese estilo hay muchos, porque tanto brilli brilli con millones de contagios de coronavirus en EEUU cuanto menos resulta inoportuno.

Kim Kardashian ha explicado que “el grupo se limitaba a los familiares y amigos más cercanos y que todos fueron examinados antes de partir en un Boeing 777 privado”, pagado por la anfitriona. Además aseguró que a sus amigos se les pidió que se pusieran en cuarentena durante dos semanas antes del evento.

La influencer no es tonta y quiere contentar a todos así que ha escrito un hilo para escapar de los críticos con un hilo en el que reconoce que sus privilegios están fuera del alcance de la mayoría.

"Me doy cuenta de que para la mayoría de las personas, esto es algo que está muy lejos de su alcance en este momento, así que en momentos como estos, admito humildemente lo privilegiada que es mi vida."

Esto lo dice y cuesta creérselo mientras aparece posando junto a sus hermanas bajo unas palmeras y alardeando de esos cuerpos perfectos, esculpidos en buena parte por caras intervenciones quirúrgicas.