La madre de los niños fallecidos en Mijas no se lanzó a la piscina porque era la única que no sabía nadar

  • "Corrí a los apartamentos a pedir ayuda"

  • La familia podría iniciar una investigación paralela

  • Han desmentido la información publicada en dias anteriores

Olubunmi Diya, la madre de los dos niños británicos fallecidos en un complejo hotelero de Mijas, no pudo lanzarse al agua para salvarles. A diferencia de su marido, ella no sabía nadar. Por ello, corrió a pedir ayuda hacia los apartamentos que rodeaban la piscina en la que los menores, de 9 y 16 años, y su padre Gabriel, de 52, murieron.

Así lo ha explicado su abogado, Javier Toro, quien además no ha descartado que la familia inicie una investigación paralela si no se determina la causa de la muerte de los dos menores y su padre. No obstante, ha aclarado, según publica Diario Sur, que confían “en la Justicia y en la Guardia Civil”.

En una comparecencia ante los medios de comunicación en la piscina en la que sucedió lo que parece ser un “trágico accidente”, la familia ha querido desmentir una serie de informaciones, que pese a estar confirmada por las autoridades, han dicho, no es correcta. De la misma manera, lo han trasmitido en el Juzgado de Instrucción número 2 de Fuengirola, que se encarga del caso.

¿Qué sucedió?

Sobre los hechos acontecidos el 24 de diciembre alrededor de las 13:30 en el Club La Costa World, han narrado que todos ellos se encontraban en la piscina cuando sucedió todo. “Los niños entraron a la piscina usando los escalones, pero se vieron arrastrados hacia el centro, que era más profundo y pidieron ayuda cuando no pudieron salir. Mi marido bajó los escalones para intentar ayudarles, mientras yo corrí a los apartamentos cercanos para pedir ayuda”, ha dicho.

Además, ha especificado que la menor “no se cayó al agua” y, al igual que el resto de miembros de la familia, “sabía nadar”. De hecho, había estado dando clases de natación antes de llegar a España.

La única que no sabía nadar era ella, la madre de los niños, motivo por el cual no se lanzó en su ayuda y fue en su búsqueda al resto de apartamentos. Pero, cuando llegó, recuerda, “los tres estaban bajo el agua”. Los tres fallecieron por ahogamiento, según los primeros resultados de la autopsia.

En este sentido, considera “que algo no estaba bien en la piscina y les debió dificultar el nado”. Quizás “la forma irregular de la piscina” o “algún tipo de succión”. Sin embargo, el mismo complejo en el que se alojaban quiso subrayar que la Guardia Civil llevó a cabo “una completa investigación de la que se extrae que la piscina cumple todos los requerimientos y normativa vigente” y que no se detectó ninguna “anomalía”.

La familia, no obstante, insiste en la rareza de lo acontecido en condiciones normales: tres miembros de la misma familia que sabían nadar ahogados y dos de ellos con una altura solo 10 centímetros inferior a la de la piscina. La Guardia Civil, por su parte, mantiene abiertas todas las hipótesis.