La conexión almeriense: doce positivos más relacionados con el brote en un hostal de Algeciras

  • Un fallecido y quince positivos, balance provisional del brote

A primera hora de este viernes, David, un chaval sin recursos de Algeciras, se asoma a su balcón de la pensión Zagora, en Algeciras. Fuma un cigarro, que por descuido, cae a la calle. Los servicios de limpieza de la ciudad acuden a recoger la colilla. David esta aislado desde ayer, junto a otras 14 personas, en el establecimiento. Su prueba ha sido negativa, pero en la pensión hay dos jóvenes subsaharianos con un positivo en Covid-19.

"Ellos están arriba y yo abajo, cada uno en su habitación", dice David desde su segunda planta. "Cuando ocurrió nos hicieron pruebas, y yo di negativo, los demás negativos, pero ellos dos positivo. Ahora quince días aquí, yo no lo entiendo, si yo soy negativo, por qué estoy aquí".

.Abajo la policía vigila para que, efectivamente, sigan ahí. Pero el brote se extiende. El ayuntamiento de Algeciras habla de otras doce personas de origen subsahariano que habrían dado positivo.

"Yo no lo entiendo, si yo soy negativo, por qué estoy aquí"

"El treinta y uno de marzo el Ministerio del Interior trajo a Algeciras casi treinta subsaharianos desde Almería, y los dejo aquí en manos de la ONG Cepaim. No les hicieron pruebas y, hoy, cuando se han hecho pruebas, hasta una docena han dado positivo", informa el alcalde de Algeciras Jose Ignacio Landaluce. "Son personas que han estado en contacto con los dos subsahariuanos que están en el hostal".

"El Ministerio del Interior no puede enviar aquí a estas personas sin que lo sepa la ciudad, sin que lo sepan los servicios sanitarios y sin contar con nosotros", critica el alcalde, del Partido Popular.

Con esos doce nuevos casos, son ya quince los positivos relacionados con esta pensión, que sus vecinos miran con cierto recelo.

"Tenemos todo cerrado y estamos con mucho miedo", dice Alicia, que cuida a la propietaria de una vivienda ,situada frente a la pensión, de 88 años. "No nos han dado ninguna información".

"Esto va a espantar a los clientes", cuenta la propietaria de una pensión próxima

"Esto va a espantar a los clientes", cuenta la propietaria de una pensión próxima, que de veinticinco habitaciones sólo tiene ocupadas cuatro. "¿Quién se va a quedar aquí?. ¿usted se quedaría aquí?, pregunta.

La respuesta queda acallada por la aparición de una ambulancia que se para frente al negocio. Una persona completamente protegida, entra en él. Cuando sale, lleva una caja con una muestra. Le han hecho una prueba de Covid a una de las clientas. "Estuvo hasta hace quince días en la pensión que está ahora aislada" explica la propietaria.

"Estamos perfectamente", cuentan dos de los aislados, que se asoman a la terraza del edificio. "Aquí hasta que digan que podemos salir, no hay otra, si no lo vamos a extender todo. Estamos buenos, pero por precaución pues nada, aquí".

Y se meten en el interior del hostal, mientras en la calle una cartera, que porta un burofax, recurre a los agentes que montan guardia, para que sean ellos quienes lo entreguen. Los policías llaman a sus superiores. Luz verde. El burofax pasa de la cartera a uno de ellos, y de ahí al aislado destinatario. Misión cumplida.

Asi serán los próximos quince días para ellos. También para los nuevos doce casos que se alojan en un edificio cercano. Un viaje desde Almería a Algeciras, y una quincena en total de positivos. Ahora, toca rastrear todos los posibles contactos.

"No se puede traer personas sin control sanitario y dejarlas aquí, en manos de una ONG. No puede ser", dice, indignado, el alcalde. "Ahora tenemos personas contagiadas, y no podemos trazar el curso y los contactos que han podido seguir".