Padres y niños, en shock al volver al colegio tras el asesinato de Lardero

  • Hoy en Lardero, padres y niños han tenido que volver al colegio al que pertenecía el pequeño asesinado

  • Los padres, entre el dolor y la rabia, expresan su pesar y el temor en el que viven ahora sus hijos

  • ¿Cómo explicas a un niño que han asesinado a un niño tan pequeño?”

La tristeza, el dolor, la rabia y la indignación se siguen entremezclando en Lardero ante el asesinato de Álex, el niño de nueve años al que Francisco Javier Almeida, –un asesino que ya había sido condenado por agresión sexual a una menor y por el asesinato a una mujer a la que también agredió sexualmente–, arrebató la vida.

Hoy, en shock, padres y niños han tenido que regresar al colegio al que pertenecía el pequeño, donde la tragedia ha dejado un profundo pesar y también miedo.

“Mi niña iba con él… Era compañera de ella. Y yo cada vez que lo pienso no puedo. ¿Cómo explicas a un niño que han asesinado a un niño tan pequeño?”, lamentaba entre lágrimas uno de los padres, trasladando un sentimiento común.

No saben cómo explicar lo inexplicable a sus hijos: “Ellos no saben asimilarlo. Ellos no entienden”, replica una madre, mientras otra cuenta que su hija vive atemorizada tras el crimen: “¿El señor malo ya no va a estar?”, le pregunta, ante lo que ella se afana en darle seguridad: “No cariño, ya no va a estar”.

Del dolor a la indignación: ¿Por qué estaba el asesino en libertad condicional?

El asesino, Francisco Javier Almeida, estaba en libertad condicional tras una condena de 20 más 10 años de cárcel por el llamado ‘crimen de la inmobiliaria’ de 1998, en el que asesinó a una mujer a la que también agredió sexualmente.

Hoy, la pregunta que todos se hacen es por qué campaba libre y a sus anchas, especialmente cuando numerosos informes apuntaban que podía volver a matar. Su propia defensa, –su propio abogado–, durante una de las vistas por el citado ‘crimen de la inmobiliaria’ dejó claro que dejarle libre era esperar “una muerte anunciada”: “Este hombre volverá a hacer lo que ha hecho”, llegó a manifestar su letrado, señalando que volvería a matar.

Hoy, en Lardero todos comparten la sensación de que el crimen, –el asesinato de Álex–, se podía haber evitado.

"El asesino estaba sentado en aquel banco”, cuenta hoy una vecina, señalando que días antes ya intentó llevarse a su hija, ahora traumatizada. “Se siente culpable de no haber podido hacer nada”, dice la progenitora.

Mientras, del mismo modo, la familia del niño sigue sin explicarse cómo el detenido, con dos condenas previas, salió tres años antes de la cárcel.

Según el juez que lo condenó por el asesinato de la mujer en el ‘crimen de la inmobiliaria’, Francisco Javier Almeida era consciente de sus acto: “Comprendía lo que hacía, la ilicitud del acto”.