Las redes sociales de Olatz Vázquez, la periodista fallecida por un cáncer gástrico, seguirán activas

Las redes sociales de la bilbaína Olatz Vázquez, fallecida a los 27 años de edad, continuarán activas para poder "seguir disfrutando del legado artístico que nos ha dejado a todos y de su lucha contra el cáncer gástrico", según un comunicado publicado en su cuenta de Instagram.

"El pasado 3 de septiembre, Olatz nos dejó para siempre y nos gustaría daros las gracias por el apoyo y el cariño que siempre le transmitisteis y que nosotros hemos recogido", reza.

"Sus redes van a seguir activas, para que podáis seguir disfrutando del legado artístico que nos ha dejado a todos y de su lucha contra el cáncer gástrico" continúa. El objetivo es convertir sus redes sociales en "un canal para seguir luchando contra el cáncer gástrico".

Creemos que no puede haber un mejor homenaje para Olatz que continuar con su lucha

Con este fin, "estamos creando un proyecto de donación para continuar lo que Olatz comenzó". "Como sabéis los que la conocíais, la fotografía era uno de los motores de Olatz. Por eso este proyecto también incluirá un concurso o venta solidaria de varias de sus fotografías así como de su cámara Leica que ella misma recibió de @jrhodespianist . La información completa la publicaremos en sus redes", agregan antes de concluir: "Creemos que no puede haber un mejor homenaje para Olatz que continuar con su lucha. Sabemos que en muchos ha dejado un recuerdo imborrable, gracias de corazón por vuestro cariño".

Olatz Vázquez narró el proceso de su enfermedad

En este canal, precisamente, Olatz Vázquez narró su lucha contra un cáncer gástrico con metástasis abdominal La también fotógrafa retrató el proceso de la enfermedad y denunció un retraso fatal en su diagnóstico sobre todo por la llegada de la pandemia del coronavirus.

En un hilo de Twitter que se hacía viral en agosto de 2020 relataba: “La COVID-19 ha hecho muchísimo daño a otras enfermedades; a su detección, a su seguimiento y a su curación. Abro hilo".

Pero antes de que el covid19 colapsara los servicios de salud de nuestro país, el diagnóstico de su enfermedad ya se había retrasado demasiado por otras causas. Los dolores agudos en el estómago comenzaron hasta un año antes de esa fecha, pero cuando Olatz acudía al médico estos le restaban importancia. Debido a su juventud, todos le decían que no era grave, que podía ser celiaquía, gastritis, "flojera extrema" o una enfermedad pélvica inflamatoria. Incluso llegaron a decirle que podía estar confundiendo dolores abdominales con los dolores menstruales.

Los dolores continuaron y a principios de 2020 Olatz se traslada al País Vasco para buscar soluciones en su sistema de salud. La periodista insiste hasta que le programan una gastroscopia para el 22 de abril. Aunque sus médicos la insisten en que su analítica no muestra nada relevante, revela tan sólo “un poco de anemia y la B-12 baja”, Olatz sabe que se trata de algo más serio.

Pero entonces llegó la pandemia y su esperada prueba médica quedó en un segundo plano. "Debido a la alerta sanitaria hemos decidido retrasar tu gastroscopia al 9 de junio", la comunican por teléfono. Olatz pide que reconsideren la decisión, pero el médico la explica que “tras haber estudiado su historial clínico” no tiene nada de qué preocuparse. “Tú no tienes nada grave”, le aseguran.

Pero la realidad demostró todo lo contrario. El 9 de junio la gastroscopia revela “varias úlceras tumorizadas en el estómago”. Tras una biopsia se confirman las malas noticias: "Me confirman el diagnóstico: es maligno y hay que meterme a quirófano para ver si me lo pueden extirpar, pero ya es demasiado tarde. Ha habido metástasis y me mandan a oncología".

"Más de dos meses después y dos ciclos de quimioterapia a mis espaldas, todavía no entiendo cómo el factor joven es determinante para descartar si tienes una enfermedad grave", lamentaba Olatz en el hilo que contaba toda su odisea, entre la rabia y la impotencia.

Tras la repercusión de su hilo en Twitter, Olatz siguió contando cómo lidiaba con la enfermedad y con su tratamiento, publicando regularmente en sus redes sociales. Sus publicaciones, con textos y fotografías conmovedoras, recibieron miles de respuestas y mensajes de apoyo, y convirtieron a Olatz en un símbolo de la lucha contra esta enfermedad.

Tras ser diagnosticada, Olatz narraba la extrema soledad que la pandemia ha añadido a los pacientes de cáncer, que deben recibir sus tratamientos completamente solos, debido a las restricciones de seguridad en los hospitales, incluso en sus propias casas. A la periodista y fotógrafa no la importaba mostrar cómo la enfermedad cambiaba su físico:

Muchos fueron sus mensajes de superación, contando como, casi sin fuerzas, se embarcaba en viajes para recibir nuevos tratamientos:

Su último mensaje en la Red

Las últimas palabras de la periodista vizcaína reflejaban la crueldad de una enfermedad en los últimos días: "Siento deciros que he he perdido a la Olatz que era. Entre tratando de estabilizarme unas náuseas y vómitos, y me quedé por un fallo intestinal. La enfermedad, que me acompaña ha hecho de la suyas cuando yo más más débil estaba. Me he convertido en una persona totalmente dependiente de los míos, ya que vivo 24/7 conectada a alimentación parententeal y una vía nasogástrica, que es lo que me hace estar hoy aquí". Esto lo contó la joven el pasado 19 de agosto.

Olatz logró volver a casa y así lo contó: "Hoy he andando por el pasillo media hora, ayer lo hice, mañana lo haré otra vez. Espero poder salir pronto a la calle en cuanto me quiten cada vez más cables que tengo colocados». Fueron sus últimas palabras en redes sociales. Olatz, agradecida por la atención recibida este tiempo, lanzaba su último mensaje: «Os lo digo poco, pero os quiero".

Problemas económicos por la enfermedad

Hace unos meses, Olatz descubrió también una realidad muy desconocida: los problemas económicos a los que se enfrentaba por su enfermedad. Y es que su caso pasaba a ser considerado una incapacidad total lo que, sumado a su juventud y sus escasos años cotizados, la abocaban a una percibir una pensión ridícula.

La cámara de James Rhodes

La historia de la periodista se hizo aún más popular en la red después de que el pianista y escritor James Rhodes la hiciese ganadora de un concurso en el que daba una cámara de fotos en noviembre de 2020.

Vázquez consiguió la cámara al compartir en este concurso unas desgarradoras y conmovedoras imágenes de su lucha contra el cáncer que titulaba como "Quimioterapia, aceptación, miedo y acompañamiento".

Al ver las imágenes de la periodista, James Rhodes decidió hacerla ganadora del concurso en el que sorteaba su cámara de fotos. "Esto ha sido muy difícil. Miles de fotos que me han hecho sonreír y llorar. Para mí, una foto cuenta una historia y tiene un impacto profundo. Y @OlatzVazquez lo hace de una manera tan profunda y valiente. Por eso estoy encantado de enviarle mi amada Leica", compartía con todos sus seguidores Rhodes.

Además de mandarle esta cámara, el pianista también quiso tener un bonito gesto con la periodista y, a parte, le regalaba un ordenador portátil. "Y también, un MacBook Pro con una pantalla increíble de 16", 2 TB de almacenamiento y un procesador súper rápido para que pueda editar las cosas sin problemas. Os animo a todos a explorar su viaje y espero que os conmueva tanto como a mi. Mirad", escribía en sus redes sociales.