Incertidumbre absoluta en Gibraltar: menos de 24 horas para el 'Gibrexit', y sin acuerdo

  • El acuerdo debe alcanzarse antes de la medianoche de este jueves

  • Si las negociaciones fracasan la Verja se convertirá en frontera exterior de la UE

Mediodía de ayer. Decenas de coches se agrupan en el lado gibraltareño de la frontera para salir de la Roca con destino a unos días de vacaciones en España. La Covid-19 supera ya los 2.000 casos por 100.000 habitantes en el Peñón, así que muchos han decidido hacer caso omiso a las peticiones de su gobierno de no hacer viajes innecesarios.Viajar, ha dicho el Ministro Principal, Fabian Picardo, es una irresponsabilidad.

"Tenemos una reserva para una fiesta de fin de año, así que vamos a España", dice una mujer a una reportera de la GBC, la televisión local.

"Llevamos tres semanas viendo la situación de la Covid y estamos deprimidos, necesitamos salir", afirma una jubilada que viaja con su marido.

"Nuestros destinos están unidos a ellos"

Son viajes de ida y vuelta, algo a lo que están muy acostumbrados los habitantes de Gibraltar, muchos con segunda residencia en propiedad, o alquilada, en las costas de Cádiz. Pero este viaje es muy especial. No sólo por la Covid. También, porque cuando quedan horas para que llegue ese cambio de año que celebrarán en España, su frontera puede sufrir grandes cambios. Si no hay acuerdo entre España y Reino unido, Gibraltar será, lo dijo la ministra de Asuntos Exteriores, Arantxa Gonzalez Laya, "el único lugar dónde se aplique un Bréxit duro". Si ocurre, la frontera que dejan no será la frontera a la que vuelvan.

"Hay preocupación en ambas partes", dice Antonio, un trabajador que lleva años trabajando al otro lado de la Verja. "Gibraltar supone el veintitrés por ciento del PIB de la comarca. Es una debacle no sólo para Gibraltar, es una debacle para la comarca entera. Ellos también están preocupados, no hay que olvidar que votaron en un noventa y seis por ciento contra el Brexit".

Su inquietud le ha llevado a escribir una carta con sus reflexiones como trabajador, una carta que bien podría estar en la carpeta de los negociadores.

"Nuestros destinos están unidos a ellos", cuenta en ella. "Cuando fuera del Campo de Gibraltar se habla de Gibraltar sale el pero nacionalismo español...Creo que no se entiende lo ocurrido en los últimos tres siglos en la zona. Gibraltar no es un asunto a resolver, sino a disolver".

A Antonio, como a muchos en el Campo de Gibraltar, no le gusta el silencio que se cierne sobre las negociaciones. No les parece una buena señal. Para Jesús Verdú, profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Cádiz, es justo lo contrario.

"La experiencia demuestra que cuanto más silencio hay en las negociaciones diplomáticas, más posibilidades de éxito hay", afirma Verdú. "Por ejemplo, del tratado fiscal con Gibraltar, que es de una importancia yo diría histórica, no supimos nada hasta que estaba concluido todo el proceso negociador. Cuando se quiere sacar adelante algo que es enormemente complejo, la discreción es fundamental".

Un no acuerdo, piensa este profesor, sería una catástrofe, algo que no se puede permitir ninguna de las partes. Lo tienen claro también los alcaldes del Campo de Gibraltar, que hace dos días hacían un llamamiento urgente a los negociadores para que lleguen a un acuerdo.

"Estamos en una tesitura delicada, nos falta muy poco tiempo para que se llegue a un acuerdo", dice a NIUS Juan Franco, alcalde de la Línea de la Concepción. "No tener noticias no sé si es bueno o es malo. Entiendo que tiene que haber una gran discreción y un gran sigilo porque se está tratando temas muy delicados. Lo que espero es que una vez que pase todo esto lleguemos a un acuerdo, que es lo que todos aquí estamos deseando".

"La experiencia demuestra que cuanto más silencio hay en las negociaciones diplomáticas, más posibilidades de éxito hay"

Alcaldes, que a estas horas, como el resto de sus ciudadanos no saben nada de la marcha de las negociaciones. Si el acuerdo está cerca, o no, sólo lo saben los que lo están buscando. Mientras tanto se anuncian medidas que parecen formar de ese juego de tira y afloja que es toda negociación. La Línea, anunciaba ayer el director general de la Policía Francisco Pardo, será el primer puesto fronterizo con un sistema de reconocimiento facial.