El pH de la piel y el del agua de lluvia
El pH es una medida de acidez o alcalinidad de una sustancia. Su escala va de 0 a 14, siendo 7 el pH neutro, por debajo de esta cifra sería ácido y por encima alcalino. Si bien es cierto que la piel de un bebé está en el centro de la escala, en la edad adulta la piel suele ser ligeramente ácida, con un valor aproximado de 5.5, aunque existen factores que pueden modificar esta cifra como el sexo, la alimentación y el tipo de piel (cuanto más seca, más ácida).
Lo ideal sería utilizar productos con un pH similar al de la piel para evitar ciertos desequilibrios y es aquí donde entran en juego los beneficios del agua de lluvia. En circunstancias normales (sin catástrofes nucleares, naturales o excesiva contaminación) el agua de lluvia tiene un pH de entre 5.0 y 5.5, es decir, ligeramente ácido, así que tenemos al alcance de la mano y de manera gratuita un producto que realmente ayuda a equilibrar y mantener el pH de la piel.
Origen de las bondades del agua de lluvia
Del agua de lluvia hay que destacar dos virtudes fundamentales: es un agua blanda y pura. En cuanto a la primera, basta probar la diferencia de espuma que hace tu jabón con el agua del grifo y con el de la lluvia y es debido a su baja concentración de sales. En cuanto a la pureza, hay que tener en cuenta que está libre de cal, cloro y otros resíduos.
Ambas características han convertido al agua de lluvia en la base de todos los vaporizadores de aguas termales, uno de los cosméticos más usados por las celebritis. Estos vaporizadores contienen el agua de lluvia que se filtra al subsuelo, por eso va enriquecida con los minerales de la tierra. Por estas mismas razones se recomienda su uso para pieles sensibles y para evitar la deshidratación.
Usos y pócimas con agua de lluvia
Lo recomendable es recoger agua del segundo día de lluvia, para que el aire se haya limpiado. Sus propiedades se conservan durante un par de días si la guardas en frío aunque si quieres darle más uso, puedes congelarla. Lo ideal es usarla en frío para lavarte la cara por la mañana, ya te hemos contado que hace mucha más espuma que el agua del grifo, pero además es estimulante, desintoxicante, te ayudará a eliminar impurezas y a mantener la piel más tersa e hidratada.
Al tener un pH neutro, puedes usar un vaso de agua como base para hacerte una mascarilla facial casera: si tienes la piel grasa, añade productos astringentes como el zumo de un limón y una cucharada de miel y si la tienes seca, añade productos hidratantes como el yogurt y el aceite de oliva. En ambos casos aclara después la piel con abundante agua de lluvia.
Existen varias firmas que utilizan el agua de lluvia como base para la creación de cosmética. Entre ellas cabe mencionar Agualluvia, que elabora jabones mezclando aceites vegetales, cera de abejas, leche de cabra y agua de lluvia o Secretos del agua, cuyo producto estrella para el cabello es el Agua de Lluvia.