Cáceres sufre una tromba de agua que inunda sus calles en media hora y llena de cenizas los ríos
Varios municipios de Cáceres tienen que beber agua embotellada tras la tromba al ser arrastradas las cenizas de los incendios de este verano
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CáceresLa tromba de agua que ha caído este miércoles en Cáceres ha descargado 18 litros provocando inundaciones y el agua acumulada, además de arrastrar decenas de vehículos aparcados en calles y también la ceniza generada por el incendio de Jarilla este verano. Estos residuos han terminado en algunos de los ríos de Extremadura contaminando el agua que ayer se recomendó no beber la del grifo en algunos pueblos.
El alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, y el director de Emergencias y del 112 de la Junta de Extremadura, Fernando Manzano, junto al concejal de Seguridad Ciudadana, Pedro Muriel, han visitado las zonas más afectadas como la Ronda de San Francisco, en la zona del puente, que también ha resultado dañada por la tormenta de agua y viento.
"Una tromba de agua de esas dimensiones es muy difícil de controlar", ha dicho el alcalde, que ha recordado que precisamente la rotonda del puente San Francisco está ahora mismo en obra para mejorar el colector e incrementar la capacidad de recogida.
Otro punto con problemas ha sido la calle Túnez, donde la red de saneamiento ha colapsado y ha tenido dificultades con el tráfico en varios puntos de la ciudad, teniendo en cuenta la hora que se ha producido la tromba de agua, en torno a las dos del mediodía, que coincide con las entradas y las salidas de los colegios.
"Afortunadamente no hay que lamentar daños personales, lo cual es algo importante. Daños materiales estamos valorando ahora mismo con los servicios de emergencia, los daños que se han producido tanto en mobiliario urbano como en vehículos, fundamentalmente", ha dicho Mateos, que ha añadido que en algunas zonas también han caído ramas como consecuencia del fuerte viento que ha azotado la ciudad.
Varios municipios de Cáceres tienen que beber agua embotellada tras la tromba
La alcaldesa de Gargantilla, Dolores Peña, en Cáceres ha colgado una imagen de los ríos teñidos de negro, porque las intensas lluvias arrastraron la ceniza acumulada tras los incendios de este verano, hasta el cauce en el norte de Cáceres, según ha publicado el periódico Hoy .
La edil ha explicado a los medios locales que la calidad del agua para beber podía haberse visto afectada y que sus vecinos, acostumbrados a beber del agua del grifo están bebiendo agua del grifo y desde el Ayuntamiento están trabajando para garantizar el suministro.
La Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural ya ha puesto en marcha medidas para minimizar la llegada de las cenizas, desde el pasado septiembre, empezaron a trabajar en minimizar los arrastres de cenizas, pero ya había advertido de que no se podían evitar al 100%, porque no existe método efectivo.
La población de la Buitrera negra está bebiendo agua embotellada hasta que los técnicos del consorcio MasMedio de la Diputación de Cáceres den el visto bueno tras los análisis que realicen este jueves y asegura que "si no es posible beber del grifo tendrían traer "cisternas de agua" potable.
También tendrán que recurrirr a cisternas en Villar de Plasencia cuando se acaben las reservas de agua después de que el Ayuntamiento haya cortado la captación en el deposito municipal. Lo ha hecho antes de que las cenizas llegaran a la estación de tratamiento de agua potable (ETAP).
Daños materiales en la obra del puente de San Francisco
Respecto a las obra del puente de San Francisco, que ha sido uno de los puntos más afectados en la ciudad, el alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, ha reconocido que "ya tenía que estar terminada", pero "es una obra muy compleja por la profundidad a la que hay que bajar los colectores", que se colocarán de 1,8 metros de diámetro.
No obstante, el alcalde ha explicado que según los técnicos municipales "ni con un colector de ese tipo hubiésemos sido capaces de recoger la cantidad de agua que ha caído en la ciudad durante esa media hora". "Por lo tanto decía que es una obra compleja y a la que está teniendo muchos contratiempos. En primer lugar hubo un cable de fibra óptica que no estaba previsto en el proyecto y en los planos y que hubo que modificar. Y el problema que nos hemos encontrado es que en esa zona parece ser que han aparecido lo que pueden ser algún tipo de restos arqueológicos que deben ser objeto de estudio por parte de la Consejería de Cultura", ha apuntado Mateos.
Respecto a estos restos arqueológicos, el ayuntamiento ha pedido que se aceleren estos estudios "y que se tomen las decisiones que haya que tomar, si es extraerlos y analizarlos fuera, o si se nos permite volver a cerrar la obra habiéndolos catalogados y dejarlos en el subsuelo".