Detenido en Valencia por estafas en una web de compraventa: tenía 57 requisitorias policiales y judiciales
A prisión en Valencia un estafador que actuaba en una página de compraventa de artículos
El arrestado enviaba a las víctimas un comprobante de pago falsificado para recibir los productos
Para no ser descubierto, el hombre creó una red de distribución con taxistas y otros compradores
Un hombre fue detenido en Valencia acusado de haber cometido múltiples estafas en una web popular de compraventa. Contaba con hasta 57 requisitorias policiales y judiciales en varias provincias, como Castellón y Albacete.
Una de ellas era para que ingresara en prisión, como ya ha hecho. El caso lo investiga un juzgado de Játiva. Según ha informado la Guardia Civil, el arrestado actuaba en una página donde se publican artículos de segunda mano.
La investigación se inició tras la denuncia interpuesta por un vecino de la localidad de Canals. En ella, manifestaba que una persona había contactado con él porque estaba interesada en unos productos tecnológicos que vendía.
Acordaron el precio de 665 euros y el comprador le mandó el justificante de la transferencia bancaria, por lo que el afectado procesó la entrega de los dispositivos. Sin embargo, nunca recibió ese dinero.
Comprobantes de pago falsificados
Los agentes encargados de las pesquisas descubrieron que anteriormente se habían cometido hechos similares con el mismo modus operandi. Resulta que el autor simulaba primero ser representante de una empresa.
Luego, enviaba un comprobante de pago falsificado y avisaba al vendedor de que se haría efectivo en un máximo de 24 horas. Pero, después no era así. En cambio, la víctima sí mandaba el artículo solicitado.
El estafador de 32 años y nacionalidad española se cubrió bien las espaldas para no ser detectado por las autoridades. Creando para ello una red de taxistas y compradores desconocedores de su actividad delictiva.
Recogidas de paquetes por esa red montada
Creían que el individuo vendía productos de segunda mano de su propia empresa. En ocasiones, los conductores del servicio de transporte por carretera llevaban al autor a recoger esos paquetes de las víctimas.
En otras, también los recogían ellos mismos. Posteriormente, los entregaban a un segundo comprador que daba el dinero al taxista y éste al estafador. De esta forma, conseguía mantenerse alejado de los lugares de intercambio y minimizar el riesgo.
Normalmente, vendía los artículos a personas de bajos recursos económicos, que después los revendían. En varios dispositivos policiales encubiertos, los agentes comprobaron quienes eran los integrantes del entramado de distribución.
Finalmente, a finales de marzo, interceptaron una de las transacciones con lo que lograron localizar y detener al autor en el momento en el que un taxista iba a entregarle el dinero. Además, el producto vendido fue recuperado y devuelto a su legítimo propietario.
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