Rocío Flores presume en bañador del resultado de su lipoescultura: el antes y el después de su operación

  • Rocío Flores presume en traje de baño de su asombrosa transformación

  • La joven ha perdido más de 25 kilos desde su paso por 'Supervivientes'

  • Tras su impactante cambio se encuentran múltiples operaciones y retoques estéticos

Rocío Flores ha experimentado una increíble y asombrosa transformación física. La exconcursante de 'Supervivientes' es otra persona a la que vimos tras su salto a la pequeña pantalla como defensora de Antonio David en 'GH VIP'. La joven está irreconocible con su antes y después. Pero tras este se esconden un sinfín de operaciones y retoques estéticos; como la lipoescultura a la que se sometía hace apenas unos meses y de la que por fin podemos ver su resultado definitivo con primer posado en bañador.

La hija de Rocío Carrasco siempre ha sido bastante reticente a la hora de mostrar su cuerpo en traje de baño. Su paso por el reality de supervivencia de Telecinco consiguió que la joven se desprendiese de parte de este gran miedo, también de 15,6 kilos, sin embargo, continuaba sin estar conforme con su silueta, de la que ahora presume completamente orgullosa. Desde entonces, Rocío Flores ha seguido dietas, ha pasado en varias ocasiones por el quirófano y pesa 25 kilos menos. Ahora, tras su última visita al cirujano, la influencer posa en exclusiva para la revista 'Semana'.

"Lo he pasado fatal, pero ahora soy una mujer nueva", reza el titular del último número de la citada publicación. Unas palabras que Rocío no dice por decir y que podemos comprobar simplemente tirando de hemeroteca. Sin poder caminar, apenas poder moverse y con cara de máximo dolor; así se podía ver a la joven a los pocos días de pasar por el quirófano acudiendo a una de sus rutinarias revisiones.

Pero eso no es todo. La colaboradora de 'El programa de Ana Rosa' no podía sentarse y ha necesitado llevar durante varios meses fajas compresoras una para marcar cintura y otra para la cadera) y vivía con una tabla de corcho pegada al cuerpo. Su postoperatorio ha sido más complicado y doloroso de lo habitual, algo de lo que Rocío parece ya no acordarse, pues está encantada con el resultado de su nueva figura (tampoco es para menos).

Pero esta no ha sido su única intervención. Meses antes de su lipoescultura, Rocío decidía ponerse en manos de los cirujanos plásticos para mejorar su escote, retirar la piel sobrante y reafirmar su pecho con un aumento de prótesis mamarias. Asimismo, hay que destacar la bichectomía (extracción de bolas de Bichat) y los múltiples retoques estéticos que se ha realizado en el rostro, entre ellos una rinomodelación, aumento de labios con ácido hialurónico, bótox para eliminar arrugas y ortodoncia invisible para mejorar su sonrisa.

El cambio de alimentación hacia un estilo de vida más saludable y sus distintos arreglitos son fundamentales en la metamorfosis de Rocío Flores, sin embargo, también hay otros factores, mucho más básicos, que han contribuido a ello. En este sentido, comparando su antes y después, llama la atención la importante y notable diferencia existente entre su antigua y nueva coloración de pelo, el maquillaje y las técnicas que utilizaba antaño con respecto a las que usa ahora, así como el estilo y forma de las prendas de vestir que ahora se encuentran en su armario.