Romina Malaspina relata su secuestro con diez años a manos de un hombre de 50

telecinco.es 12/12/2018 11:59

Impulsada por la fuerza que da el unirse en un llamamiento y decidida a no callar más, Romina Malaspina ha dado un paso al frente para contar un traumático episodio vivido en su infancia. Sin miedo y por las que ya no pueden hablar más, la argentina se ha desnudado como nunca y ha sido su cuenta de Instagram el sitio escogido para quitarse el peso que arrastra por el secuestro que vivió de niña.

Algo se ha movido en Romina al escuchar recientemente el relato de abusos de la actriz Thelma Fardin contra Juan Darthés. La visibilización de esta denuncia por la agrupación de Actrices Argentinas ha servido para que bajo el hashtag #MiraComoNosPonemos se cree una corriente en apoyo a la actriz que sirva de plataforma también para las denuncias del resto de mujeres.

La argentina que siempre ha tenido un espíritu guerrero se ha unido a la voz del resto de mujeres y ha dado detalles que hasta el momento nunca antes había revelado. Empezaba su publicación más sentida apoyando directamente a la actriz Thelma y no podía evitar sentir alivio porque "de milagro" no había corrido la misma suerte que ella.

"Cuando tenía 10 años me secuestró un tipo de casi 50 años a la vuelta de mi casa mientras andaba en bicicleta dando la vuelta a la manzana", se lanzaba con esta introducción Romina Malaspina. Unos detalles que ya se conocían vagamente por alguna entrevista anterior, pero que rápidamente la exsuperviviente completaba con más datos.

"Hoy puedo contarlo porque GRACIAS a una vecina que pasaba por la vereda de enfrente viendo la situación comenzó a gritar desaforadamente" y entonces aquel individuo decidió abandonar el oscuro plan que tuviera en mente.

Lo que pasó después fueron las terribles consecuencias del dramático episodio en la cabeza de una niña de tan solo diez años: "Apenas podía salir al colegio", "Me daba pánico ver hombres grandes por la calle", pero afortunadamente Romina ha vencido esos demonios y ya no quiere volver a callarse por miedo o vergüenza. Ahora su voz suena tan fuerte como la del resto de mujeres víctimas de abusos sexuales o de cualquier exceso.

También te puede interesar:

Ver más de: