Joel no aguanta más y cae en la tentación con Nataly: "Tengo que pensar en mí, ser egoísta"

Joel y Nataly se besan en un intimo momento en el jacuzzi
Andrea reflexiona tras sonar la luz de la tentación: “Cada vez me afecta más que suene”
Andrea confiesa su mayor miedo tras la hoguera: “No sé si Joel…”
La conexión entre Joel y Nataly era evidente, el que ha empezado a dudar de sus sentimientos por Andrea y, tras una fiesta en ‘Villa Montaña’ en la que terminaban solos y muy cerca en el jacuzzi, este terminaba cayendo en la tentación con la soltera y haciendo saltar la alarma en la otra villa.
Nataly y Joel terminaban la fiesta en el jacuzzi, donde intimaban y compartían tiempo a solas, en el que poco a poco se iban acercando, cada vez más, las caricias no faltaban y, finalmente, llegaba un esperado beso entre ambos.
Andrea reacciona al saltar la luz de la tentación
Mientras tanto, en ‘Villa playa’, la alarma saltaba en medio de la fiesta, lo que revolucionaba la casa y Andrea reaccionaba a esto: “Cada vez me afecta más la luz de la tentación cuando suena, tengo esa cosa aquí de que Joel puede estar avanzando con Nataly”.
“Tengo ese miedo de que pueda ir avanzando con ella y que pueda llegar al beso. No sé si mi mente haría clic o me derrumbaría ya del todo”, entonaba Andrea al pensar lo que ya estaba pasando.
Y la intuición no le faltaba a Andrea, en ese mismo momento Joel daba rienda suelta a la pasión en el jacuzzi con Nataly, entre besos y confesiones: “Espero no arrepentirme de esto después. Aunque lo he hecho porque me apetecía, tengo que pensar en mí ahora mismo, tengo que ser egoísta”.
Joel, tras besarse con Nataly: “Ha pasado lo que tenía que pasar”
“Nataly besa muy bien, es la primera chica que beso después de tres años con Andrea, al final ha pasado lo que tenía que pasar”, confesaba este ante las cámaras de ‘La isla de las tentaciones’. Aunque confesaba que tiene la cabeza hecha un lio: “Es verdad que tampoco dejo de pensar en Andrea”.
A la mañana siguiente, Joel y Nataly se reencontraban en el desayuno junto a sus compañeros, a los que confesaban que “pasó lo que tenía que pasar”.

