¡No nos lo podíamos creer! Así fue el momento en el que Álex y Yaiza se tatuaron mutuamente en pleno calentón
"No hay vuelta atrás": recordamos cómo fue aquel momento que, sin duda, nos dejó a todos con la boca abierta
Una decisión por parte del programa que marcaría un antes y un después en la 'relación' entre las dos villas: "Es la primera vez que lo hacemos"
Sin duda, Álex y Yaiza protagonizaron en 'La isla de las tentaciones 6' una verdadera historia de amor... y, sobre todo, pasión. Y es que desde el primer momento ambos se sentían atraídos y Álex, a pesar de que en un principio parecía reacio a dejarse llevar por la relación que mantenía con Marina en aquel entonces, no tardó en caer en la tentación. Y no parecía arrepentido, puesto que en más de una ocasión hablaba con la tentadora de planes de futuro y de ir tanto a Málaga como a Madrid, respectivamente.
Pero, sin duda, hay un momento que es difícil de olvidar: se trata de cuando Álex y Yaiza cumplieron su promesa y se tatuaron juntos. Algo que fue propuesto por la tentadora, tatuadora de profesión, y que la expareja de Marina no dudó ni lo más mínimo en aceptar. Ella le escribió una Y en las costillas y él le dibujó tres puntitos en el dedo gordo de la mano izquierda.
"No hay vuelta atrás"
"¿En serio me vas a tatuar?", le preguntaba Álex a Yaiza. Esta sonreía y le preguntaba si quería una Y a Álex, para posteriormente -tras la sonrisa cómplice de este- proceder a ello. "Listo", señalaba la malagueña. "No hay vuelta atrás", decía un Álex que se tapaba la cara con la mano, consciente de la locura que acababa de hacer.
Más adelante, con el paso del tiempo, los seguidores no se olvidarían de este gran momento y le preguntarían a Yaiza si todavía mantenía ese tatuaje, puesto que ambos no continuarían juntos mucho más tiempo cuando la aventura de 'La isla de las tentaciones 6' acabó para ellos.
La malagueña explicaría en aquel entonces que de aquellos tres puntos, dos se los quitó y que no eliminaría el tercero de su piel porque le recuerda a Álex, al que definía -y seguro que define en la actualidad- como "alguien que me marcó", razón por la que quiso conservar ese puntito en el dedo gordo.
