Gran Hermano, en directo: Cristian sobre Aroa: "Ni la amo, ni la odio, cada uno por su lado"

Raúl, Patricia, Jonay y Edurne hablan de sus vidas en la pajarera. Edurne les cuenta que ella se levanta a las cinco de la mañana para estar en la tienda a las siete y abrir a las nueve. Le gusta despertarse con calma y hacer las cosas con tiempo. Raúl tiene unos hábitos totalmente al revés. Sus bares cierran a las dos uno y a las cuatro o cuatro y media el disco bar. Edurne se interesa por este último y cuando le reta a Raúl a que va a ir a Soria a hacer barra libre en su bar, Raúl la envida a que no hay tirón para beberse las 600 botellas que dice que tiene. Total, que Edurne ya se ha animado y entre Raúl y ella ya han hecho el plan de finde en Soria que culmina en el debate del domingo en Madrid. "¿En serio tienes ganas? ¿Tú sabes cómo te vas a levantar al día siguiente?", pregunta Patricia respecto a lo de la barra libre. "Me da igual", Edurne está muy envalentonada.

Pasan a hablar de una misteriosa amiga de Patricia que es famosa. "Pero ella es famosa de hace dos años y yo la conozco de hace doce", es todo lo que dice y no quiere decir más por si a alguien no le gusta.

Rocío desmenuza el asunto de que Aroa contó que Patricia había cogido tres cucharadas de cacao. "Pero no se lo digas a Desi", cuenta Rocío que le dijo Aroa cuando le dijo que Patricia se había comido tres cucharadas cuando le correspondían dos. "Eso se llama tirar la piedra y esconder la mano", opina Cristian. Dice Rocío que cuando vio cómo se estaban poniendo las cosas, se hizo a un lado de la discusión. Explica que ella no va a discutir por una cucharada de cacao: "simplemente quería saber porque si tú has comido tres, mañana en lugar de dos comes una", y ya está.

Patricia, Edurne y Jonay aprovechan a hacer deporte antes de que les encierren. Hablan de tomarse café en un bar, de dentaduras perfectas y de la burbuja en la que viven ahora. Para Edurne el resto del mundo habrá seguido yendo al trabajo y poco más. Patricia tira de imaginación: "¿Y si somos los últimos supervivientes de un holocausto?".

Cristian y Rocío charlan tumbados sobre dos camas unidas. Rocío le dice que ella espera de la gente que se comporte como ella lo haría. Buen punto de partida para decepciones.

Le pregunta a Cristian qué tal con Aroa y Cristian responde que busca el no contacto porque si lo tienen, "saltan chispas". Y no son las chispas del amor. Rocío se sitúa en una línea similar. No le cae mal, pero no es su estilo y es alguien con quien sabe que no tendría una amistad fuera de la casa. Le reconoce, eso sí, que al menos Aroa a los cinco minutos se está disculpando. A Cristian lo que le molesta es que dice que Aroa da la vuelta a las cosas para ponerle a él de culpable. "Pero si tú sabes cómo es desde el principio", se sorprende Rocío. "Ni la amo, ni la odio, cada uno por su lado", es la resolución de Cristian.

Aroa y Raúl hablan en el vestidor de las últimas expulsiones que ha habido. Aroa le dice que a raíz de las expulsiones de Mamadou, Paula y Belén es consciente de que esto es un concurso. Insiste en que no se lo esperaba. Raúl rebate. Explica que en una votación de cuatro días es diferente, pero en una expulsión express la gente "va a por los más muebles". Y Raúl dice coincidir con la opinión del público. "Ya si me preguntas para el jueves, eso no lo sé", añade. Aroa, sin embargo, vuelve a Paula y su expulsión. "¿Tú crees que en una gala interesa ver diez minutos de Paula y Aquilino?", Raúl lanza esto en forma de pregunta. Y Aroa responde un "lo que tú digas, Raúl", que es una respuesta muy apropiada a las respuestas que se plantean como preguntas.

Desirée explica cómo se reparte el cacao. Hay tres botes y un culín de un cuarto bote. El reparto es: dos botes que serán un bote para cada tres y el tercer bote es para cuatro personas y se les compensa con el culín. Claro está. Otra cosa será lo que consigan hacer. Hablamos de cacao...

Hay desayuno para todos. Fruta, pan y con qué rellenar el pan. Patricia desayuna junto a Edurne y Edurne junto a Jonay, los tres en línea en la barra de la cocina. Nos informa Edurne que lleva un mes sin soñar. "Eso no puede ser. Será que no te acuerdas", le dice Patricia. En la mesa redonda de cristal, Joon le ofrece a alguien que se coja sus dos lonchas de pavo. Desirée se plantea qué opinión tendrá quien les vea con esos bocatas de media barra y discutiendo por la comida...

Aroa le explica a Joon lo que quiso decir ayer cuando le dijo a Patricia que no tiene el bastón de Poseidón. Le dice que cuando ella da una opinión y Patricia otra, Patricia no tiene la verdad absoluta. Añade que su opinión no es menos valida que la de Patricia y que no le gusta la expresión recurrente que usa Patricia de "¿me estás vacilando?". "No, te estoy diciendo algo", contesta Aroa a una figurada Patricia. "Pero no me peleé con ella, ni mucho menos", termina el relato.

Pero no lo termina. De hecho, por preguntar Joon qué pasó, Aroa empieza desde el principio. Y el principio lo sitúa Aroa en la discusión de la mañana entre Aquilino y Patricia cuando a Aquilino le dio la risa por el apellido de Patricia. Con este precedente, dice Aroa que cuando Patricia, Edurne y Jonay les preguntaron si se podían unir a ella y Aquilino en la pajarera, "yo ya sabía que era la guerra".

"¡Por primera vez este año, Jonay está feliz!". Esto lo canta Joon a grito pelado en el baño y Jonay sonríe de lado. Hay muchas felicidades y ésa es una de ellas. Motivo no han dado. Además Edurne desvía la conversación: Patricia la ha adelantado por la derecha y se ha duchado antes que ella, pese a que Edurne estaba en la cola de la ducha.

Con mucha calma se van levantando algunos. Lo de despertarse es otra historia. Edurne y Jonay esperan adormilados su turno para entrar en la ducha. Llega Cristian, que da los buenos días y se vuelve a ir.

Seguimos en blanco y negro.

Todos dormidos.

Buenos días! Aquí Ada en blanco y negro. Todos dormidos de momento.