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Vuelven los reproches entre Rocío y Cristian

Rocío intentó ayer curar la herida que provocó aquella conversación sobre los amigos flor y cactus, pero en lugar de cicatrizarla quedó más abierta todavía. Además, hoy toca la segunda y última tanda de daguerrotipos.

Rocío discute con Cristian. telecinco.es

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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Rocío dio en la diana ayer cuando bromeaba diciendo: “Ahora mismo hay cuatro grupos en la casa”. Ciertamente, cuando queda tan poco tiempo las alianzas dejan paso a la lucha individual porque solo puede ganar uno. No obstante, ayer vi más bien un tres contra uno. Rocío volvió a enfrentarse a Cristian y tanto Raúl como Quili se pusieron de su lado. Raúl hacía sobre este compañero la siguiente observación: “Cuando todo el mundo te está diciendo que eres un bien queda por algo será. Te lo dicen tus compañeros y los cinco colaboradores en plató, yo me lo miraría. Frigenti se lo dijo muy claro”. Raúl es fan de Miguel Frigenti desde que este dijo que era su favorito. Bueno, igual ya lo era, pero ahora todavía más.

La conversación del amigo flor y el amigo cactus fue cerrada en falso. Diría incluso que esa teoría de Cristian cabreó todavía más a Rocío y ayer no le costó reabrir aquello que nunca terminó de cicatrizar. Volvió el reproche sobre el cambio de actitud que ha tenido con ella desde que volvieron del oasis. Rocío no se queja de Raúl porque ha sido con ella cactus antes y lo sigue siendo ahora, pero cree que Cristian era al principio otra persona. “Has usado mi amistad como un comodín”, le dijo. Para rematarle un poco más tarde: “No te creo”. No es la primera persona que veo expresar su desconfianza hacia Cristian, pero puede que sea quien se lo ha expresado de manera más rotunda. Y más sentida.

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Hoy toca la segunda y última tanda de daguerrotipos, en este caso con Raúl y Rocío, los dos finalistas que faltaban. Como bien ha observado una seguidora en la red social X, el orden en el que han aparecido estos perfiles de los finalistas bajo mi personal óptica bien podría ser el inverso a como queden clasificados en la gran final de mañana. Pero también puede ser que no.

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Raúl: demasiado tiempo inactivo

Que Raúl no haya dado pasos en falso me parece más propio de un concursante controlador e inteligente que de un estratega. Su capacidad de observación viene de la prudencia. Como empresario sabe bien que no conviene arriesgar mucho porque hacerlo puede dar al traste con el negocio. Por eso actúo siempre con tiento y sigilo, lo cual es un arma de doble filo. La poca capacidad de reacción, que no se implicara en los conflictos de la comunidad, le restó interés. Permanecer alerta y en un discreto segundo plano durante las primeras dos semanas es una buena decisión, pero prolongar esa situación puede terminar siendo un suicidio.

A pesar de su pasividad fue resistiendo y ni siquiera estuvo en peligro cuando el camión de la mudanza amenazaba escabechina de concursantes. Tal vez por la otra característica que ha acreditado: una admirable capacidad para no otorgar gravedad a las cosas. En esto ha contrastado con esa mayoría habitualmente tendente a dar demasiada importancia a algo que no la tiene. Su carácter despreocupado ha sido una de las cosas que más me llamó la atención y que más he llegado a valorar en él, acostumbrado como estoy a concursantes que muestran todo lo contrario.

Me echa para atrás su obstinación en remarcar que dice todo a la cara y es campechano. Lo primero es bueno salvo que no se tengan límites. Por ejemplo, cuando hay claro peligro de hacer un daño evitable a otras personas es mejor no ser tan directo. Sobre lo segundo, por qué no iba a serlo. ¿Qué le podría impedir ser campechano? Ni que fuera marqués de la calle el Collado (vía comercial más importante en Soria capital). A veces pudo poner freno a sus impulsos y no lo hizo, aunque me parece exagerada la crítica respecto a su celebración en la sala de expulsiones cuando le ganó el duelo a Patricia.

Quienes critican a Raúl por su celebración del triunfo frente a Patricia tal vez deberían repasar la historia de Gran Hermano y comprobar que otros concursantes celebraron su salvación de manera mucho más estridente. Vean, por ejemplo, la reacción de Bea Retamal ganando frente a Adara Molinero (GH17). Ni punto de comparación. La gran pega que le pondría a este concursante es que tardó demasiado en reaccionar. Es como si no hubiera sido del todo consciente de que estaba en un concurso de eliminación competitiva hasta las últimas semanas. Y eso ha mermado interés a su participación y, de alguna manera, descalificado como posible ganador.

Rocío: diseñada a gusto del galero

Si un perfil de concursante es susceptible de gustar a los galeros es el de Rocío, la amiga graciosa de Desi. Espontánea en las galas, un poquito inconsciente y poco o nada estratega. Difícil serlo si, como ella misma anunciaba en su vídeo de presentación, no le gusta pensar. Esa naturaleza indolente y apática es aparentemente contraria al espíritu del formato, pero suele gustar a una parte importante de los espectadores, no me pregunten por qué. Aclaro que cuando hablo de “galeros” me refiero a esa parte de la audiencia que solamente ve las galas, y cuya legitimidad para votar y dar su opinión de lo que ven es la misma que tiene cualquiera.

Esa pereza intelectual explica que Rocío se apoye siempre en su amiga Desi. Es así en su vida normal, según han explicado ellas dos, y de ese modo se ha mostrado durante su estancia en la casa de Gran Hermano. Ya se podía prever que así sería cuando hablaba de su amiga estando en el oasis. Las dos fueron lo mejor de esa primera gala en la que dieron más espectáculo que todos los demás juntos y levantaron el ánimo tras el tostón de la trama de Diego y su desaparecido hermano. Utilizar a Desi como bastón perjudicó a esta en lugar de a Rocío, lo cual tiene toda la lógica del mundo. Por eso una es finalista hasta el final y la otra se ha quedado a las puertas. Rocío, al igual que otros concursantes, estuvo en un discreto segundo plano casi todo el tiempo. En eso poco se diferencia de Quili o Raúl, pero las galas fueron su tabla de salvación.

No deja de tener mérito aprovechar tan bien el escaso tiempo de protagonismo que tuvo Rocío en las galas. Tanto le ha rentado saber conectar con la audiencia, consciente de que hacer un poco el payaso cuando Jorge Javier o el ‘súper’ se lo ponían en bandeja, que le va a valer para convertirse mañana en ganadora. ¿El resto del tiempo qué hizo? Pues entre gala y gala se limitó a cocinar. Aparte de eso, demostró ser extremadamente celosa, lo cual ya pudimos comprobar cuando le reprochó a Cristian en el oasis que estuviera hablando a ratos con Aroa. Imagino el infierno que puede vivir Desi cuando tenga pareja y deba reservarle tiempo a Rocío para repartirlo de forma equitativa entre los dos. Ella es de las que siempre pide más.

Esos celos la llevaron a tener su única trama en el concurso. Aunque nunca lo llegó a confesar, ha estado interesada desde la primera semana en Cristian. De otro modo no se explican sus celos cuando regresó Aroa y les hizo compañía durante el último fin de semana del oasis. El desinterés de Cristian por ella se vio desde el principio, pero ella no supo o no quiso darse cuenta durante demasiado tiempo. Al final, cuando lo tuvo claro vinieron los reproches, ante lo que Cristian vino a responder eso de “yo soy así” que con tanta facilidad dicen quienes no son amigos de asumir responsabilidades emocionales. Anoche volvieron a discutir, como he relatado ya, lo bueno es que seguramente será la última vez porque esto termina mañana. A favor de Rocío diré que no exageró su victimismo y supo asumir las cosas tal cual son. Tampoco le hace falta, porque la audiencia galera ya ha dictado sentencia.

Moleskine del gato

Quili no había terminado ayer de llenar de piedrecitas brillantes sus zapatos blancos, que van a juego con su traje para la final. Sí, ya sé que falta más de un día, pero me provoca cierto estrés pensar que puede no terminar a tiempo. Me va a subir el cortisol.

Cristian anda estos días hablándole a las cámaras, algo que no le he visto hacer en los 78 días que lleva encerrado. Pero hay una razón que explicó él mismo ayer, ¡cómo no!, mirando a cámara. “Le hablo a la cámara porque Joon me dijo que lo hiciera, y también imagino que es Jonn y estoy más cómodo”. Llegar a la final y seguir el ejemplo de un concursante que se quedó en el camino no sé si es la decisión más inteligente posible.

Bonita noche de última fiesta con el visionado de los vídeos de presentación de los 20 de GH20. Lástima que lo disfrutaran solamente los cuatro finalistas.

[Todas las imágenes de este texto han sido capturadas por el autor]