Ginés Corregüela quiere solucionar la situación con su hija Miriam, pero en casa, no en televisión. Cree que ahora mismo hay “un barco” en el que todo el mundo está montado y que nadie va a un plató “por la cara”. Además, le echaba en cara que para atacarle a él lance reproches contra su hermana, Laura.
Miriam Corregüela no quiere hablar con su padre por el momento. Está centrada en su boda y no puede perdonar lo que su padre ha hecho a su madre, el daño que ha sufrido tanto por su actitud como por su relación con Yaiza Martín.
Además, Miriam apuntaba que su hermana es más “padrera”. Y es que Laura había protagonizado una tierna llamada en la que declaraba el amor por su padre y se mostraba dispuesta a acercarse a su novia por su bien.
"No sé qué le pasa en su interior, tiene algún tipo de miedo e intenta aferrarse a él porque sabe que le puede salvar más el culo ahora, que tiene más economía. Mi madre es más feliz que él”, decía Miriam y su padre le afeaba sus palabras: “No me gusta que en cámara diga eso, ya me ha atacado a mí, se lo permito, pero no quiero que ataque a su hermana”.
Miriam también reprochó a su padre que se metiera con su representante. Marina se defendió de Ginés diciendo que no vive de la televisión, pero él piensa otra cosa: “Vive de esto porque ella cobra igual que Miriam viene aquí y cobra y quiere un cara a cara porque cobra”.
“¿Quiere venir aquí Miriam porque cobra?”, le preguntaban y él asentía: “Seguro (…) Hay un barco y todo el mundo está montado. Es muy fácil llegar y te doy tanto y tanto aunque nadie viene por la cara, nadie”.