Miguel, marido de Belén Esteban, cumple 33 años y ‘Sálvame’ le ha regalado un vídeo en el que recuerdan su historia. Miguel la rescató en el sentido literal ya que trabaja como conductor de ambulancia y le atendió por su diabetes: “Bendita bajada de azúcar”, decía entonces la colaboradora.
“Llegó en el momento justo que tenía que llegar”, decía entonces Belén y lo cierto es que juntos han luchado las batallas que les han tocado. Lo único que les separa es el fútbol, aunque les diferencia muchas cosas: él es muy tranquilo y no le gusta discutir, aunque es “muy cabezón” según chica.
A Belén se le ilumina la cara hablando de su Miguel, pero nos cuenta que no es una pareja que eche gasolina sino que es objetivo: “Me ha regañado más que me ha dicho que he estado bien”.
Ha habido etapas en las que ha sido “fundamental” para ella, como cuando se enfrentó a Toño Sanchís reclamándole casi un millón de euros. Además, ha aprovechado para lanzar un mensajito a quien fuera su representante: “El que corta los cables, que me ha cortado los cables de toda la casa, pero ya está arreglado”.
Tienen muchos planes: casarse por la Iglesia… aunque tendrán que retrasarlo si finalmente, como quieren, se queda embarazada. Y es que Belén, aunque tiene una hija, quiere volver a ser madre con él: “Es un padrazo, no es que lo vaya a ser, es que lo es. Lo que tienen que ser otras personas, no hace falta…”
Y, para acabar la entrevista con un poquito de humor, Kiko Hernández le daba las buenas tardes a Miguel, haciénodole entender a Belén que su marido estaba al teléfono. La cara de la colaboradora lo decía todo... ¡Pero era broma!