La inesperada confesión de una mujer de 95 años que emociona a Jesús Calleja: "No lo saben ni mis hijos"

La inesperada confesión de una mujer de 95 años que emociona a Jesús Calleja: "No lo saben ni mis hijos"
Fina, la mujer de 95 años que ha emocionado a Jesús Calleja, cuenta su historia.Telecinco.es
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La primera entrega de 'Volando voy, volando vengo', ha traído consigo un sinfín de momentos de lo más especiales. Jesús Calleja se ha desplazado hasta Sot de Chera, un municipio de la sierra de Valencia que fue arrasado por la DANA el pasado mes de octubre. En su paso por el pueblo, el equipo del programa se ha propuesto una importante misión: la de reconstruir la parte más querida por todos sus vecinos.

Pero, además, Jesús Calleja ha recorrido sus calles conociéndoles y escuchando sus historias. En uno de sus paseos, concretamente en la plaza del pueblo, el presentador ha conocido a Fina, una mujer de 95 años que disfruta de un estado de salud envidiable.

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Más tarde, el alpinista se ha dirigido hasta su casa para conocerla mejor y compartir un buen rato con ella: "¿Cómo con 95 años tienes esta pedazo de energía? La forma de andar, la vitalidad...", he comenzado Jesús. "Pues no lo sé, hijo mío. Soy autónoma para todo, vivo sola, como de todo... Yo no tengo nada más que muchos años", le ha respondido ella.

Jesús le ha pedido entonces que le contara cosas sobre su vida. Fina no ha dudado en hablarle de su marido, Clemente, con quien empezó cuando tenía 14 años. Tras contarle cómo se conocieron y cómo comenzó su historia, ella se ha lanzado a contarle algo muy íntimo y especial.

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La historia de Fina y su marido

"Me enamoré de él profundamente. Y él estaba enamorado de mí desde el primer día y hasta que se murió. Y te voy a decir una frase que me dijo unos días antes de morir, no lo saben ni mis hijos, pero te lo voy a decir", le ha adelantado al presentador.

"Sentadito en la cama, se murió a los pocos días, le dije que ahora que ya éramos viejos, me dijera si me había engañado alguna vez, si había sido fiel o infiel. Se incorporó, se me quedo mirando y me dijo que yo para él había sido la Virgen. Lo llevo clavado en el alma. Es la mirada que me dio. La mirada aún de enamorado. La mirada no se perderá nunca en la vida", ha confesado entre lágrimas provocando que Jesús se emocionara de la misma manera.