Sorprende a su mujer en ‘El diario de Jorge’ tras relatar su dura historia: “Ella es mis ojos, mis manos y mi vida”
El invitado perdió la visión de un día para otro a los 49 años y reconoce que su esposa fue quien le salvó la vida cuando la rabia y la depresión lo consumían
El reencuentro de Nuria con su familia biológica 35 años después: "Nunca nos hemos olvidado de ella"
‘El diario de Jorge’ ha vivido una de sus tardes más emocionantes con la historia de José, un hombre que perdió la vista de forma repentina en 2009 y que ha acudido al programa para dar un agradecimiento público, y muy necesario, a su mujer Josefina, la persona que le sostuvo cuando él tocó fondo.
José ha narrado a Jorge Javier el día que todo cambió. Con 49 años, mientras iba al trabajo, empezó a ver “redondelas” que iban y venían hasta que la visión se apagó por completo. Aturdido, consiguió detener el coche como pudo. Lo que pensó que sería un problema puntual se convirtió en una noticia devastadora: “Esto no es de la vista, es neurológico”, le dijeron tras una segunda opinión médica.
Cuando se confirmó que no volvería a ver, sintió que su vida se derrumbaba: “A mí se me cayó el mundo encima. Yo quería morirme, pensaba que no tenía sentido vivir así”, confesaba.
El shock le llevó a una etapa muy dura. José reconoce que la pagó con quien no debía: “Yo estaba insoportable. Le contestaba mal a mi mujer como si ella tuviera la culpa de lo que me pasaba”.
Fue su hija quien, un día, le puso un límite. Y la ONCE le proporcionó ayuda psicológica que marcó un antes y un después: “El psicólogo me enseñó a manejarme, a entender lo que me pasaba y a controlar la rabia. Hasta hoy”.
Ahora, José vive una vida plena y reconoce que lo ha logrado por su familia y, sobre todo, por Josefina: “Josefina es mis ojos, mis manos, mis pies… mi vida”.
La emocionante sorpresa para Josefina
Mientras Josefina creía que su marido iba a recibir una sorpresa, Jorge Javier le dio un giro inesperado: “Josefina, la sorpresa es para ti”.
La mujer, entre nerviosa y divertida, se dejó guiar por el presentador con los ojos vendados para realizar una prueba de confianza similar a la que le hicieron en su día en la ONCE para entender la discapacidad de su marido. Sin saberlo, la estaban conduciendo hacia el momento más emotivo.
Cuando Josefina ya estaba preparada, José apareció y comenzó a hablarle con emoción contenida: “Cariño, tú me has enseñado a vivir sin ver porque tú eres mis ojos, mis manos y mis pies. El amor se siente, se toca, se huele… y cada día estoy más enamorado de ti”.
Pero Jorge Javier tenía otra vuelta de tuerca. Entraron sus hijas, Nuria y María José, que quisieron unirse al homenaje: “Estamos muy orgullosas de ellos. Han sabido salir de todo y el amor que se tienen es inmenso”.
José, emocionado, remató con una frase que hizo levantarse al público: “Si me hubiera tocado otra mujer que no fuera Josefina, no habría resistido lo que ella ha aguantado”.
