Abrimos el joyero de Rocío Jurado: “Ella era de brillantes y zafiros”

  • Rocío Carrasco es la única heredera del maletín de las joyas de la Más Grande

  • Rosa Benito: “Rocío no era de joyas era más de invertir en suelo”

  • Rosa Benito, sobre las joyas de Rocío Jurado: “Los corazones que le costaron 20 millones de las antiguas pesetas

Las posesiones más valiosas de Rocío Jurado siguen siendo una caja llena de sombras para su círculo más cercano. La única poseedora y heredera de las joyas de la Más Grande es su heredera universal, su hija Rocío Carrasco. Pero Rosa Benito nos has contado cómo son algunas de las piezas que tantas veces le ayudó a ponerse.

Pendientes de colgar de unos 25.000€, un reloj de oro y brillantes valorado en 50.000€, la cruz que lució el día de su boda alcanzaría los 150.000€… Son muchas las joyas que hemos visto lucir a Rocío Jurado, pero nadie sabe cuál es el valor exacto de una maleta llena de joyas, que Amador Mohedano asegura que dejaron de ver de un día para otro.

Desde el plató de ‘Ya es mediodía’ Rosa Benito ha confirmado que las joyas las tiene su sobrian Rocío Carrasco, pero que muchas cosas que usaba Rocío eran bisutería “Mucho es bisutería, le encantaban los brillantes, ella tenía muchas joyas, no han salido dos brillantes enormes que se los compró a una joyera valenciana… Los corazones que le costaron 20 millones de las antiguas pesetas…”.

Sin embargo, asegura que su cuñada no era una apasionada de las joyas “Tenía joyas, pero no era de joyas como Lola Flores o Carmen Sevilla, era más de invertir en suelo…”. Respecto a la pieza más querida de Rocío Jurado, Rosa tiene claro cuál es “el anillo que lleva mi sobrina Rocío, es la única que nunca se quitaba, fue uno de los primeros brillantes que se compró y le tenía un carió especial”. Además de ese anillo, Rocío tampoco se separaba de su triángulo “Lo que nunca se quitaba era un triángulo, que se lo hizo Mili, Milagros Jiménez, ella era mucho de energías. Si se ponía una sortija y ese día se le daba mal ya no se lo podía más…”.

Rocío Jurado tenía muchas corales, le encantaban pero si tenía unas piedras preferidas esas eran dos “Ella era de brillantes y zafiros porque era su piedra”, asegura su cuñada y estilista Rosa Benito.