Durante su entrevista con Bertín Osborne, Carlos Herrera reflexiona sobre sus años en la radio. Entre inicios y anécdotas, el locutor cuenta que en radio hay que tener especial cuidado con lo que se dice porque, aunque él lo diga sin ninguna intención de ofender, puede herir sensibilidades.
Cuenta así que, en una ocasión, dijo algo así como “caramba, vaya judiada le han hecho a este tipo” y “lógicamente me escribieron de una organización judía y me dijeron ‘perdone, a quien les han hecho judiadas son a nosotros’. Y tenían toda la razón, no lo he vuelto a decir”.
Además, Herrera añade otra anécdota sobre sus meteduras de pata: “En Sevilla, una señora mayor me dijo ‘no diga usted más eso de ‘voy a inyectarme una dosis de copla en la sangre’ y yo le dije que era un juego de palabras…
… y dice ‘yo tengo a dos hijos muertos por la droga y un tercero está en la cárcel y cada vez que le escucho decir eso me vengo abajo’, yo le dije que tenía toda la razón y le di mi palabra de que nunca más lo iba a decir”.
“Y como esta, muchas”, añade Carlos Herrera, que no tiene ningún reparo a la hora de hablar de estas anécdotas y reconocer sus errores públicamente.