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La familia del donostiarra ingresado en estado grave desde hace dos meses en Tailandia ha “tocado todas las puertas” para poder traerlo a casa y que le traten aquí de la pancreatitis aguda que le mantiene en estado crítico a 10.000 kilómetros de casa. Esta misma semana, la mujer de Álex confirmaba que había hablado con la ministra de Defensa, Margarita Robles, y que estaban “estudiando el caso” y que iban “a hacer todo lo posible por ayudarnos”. Pues bien, al parecer, los trámites, para poner a disposición del ciudadano vasco un avión militar medicalizado, ya se han puesto en marcha.
Tras dos meses hospitalizado, primero en Chiang Mai y después en Bangkok, Álex lejos de mejorar, ha ido “empeorando”. Tanto que los médicos advirtieron a los familiares del paciente de que podría sufrir “una hemorragia interna severa”. En la UCI, del hospital Samitivej, intubado y en compañía de su madre y su hermano mayor, Álex espera volver a casa, antes de que sea demasiado tarde. “Tiene que ser cuanto antes, es urgente”, clama Usoa Martínez.
El tiempo es vital en el estado de este vecino de Lasarte-Oria. Por eso, aunque no se ha concretado una fecha exacta para el traslado, se trabaja a marchas forzadas para que el avión militar pueda repatriar al donostiarra lo antes posible. Defensa debe ahora acondicionar la aeronave y obtener las autorizaciones para despegar hacia el país asiático. El Diario Vasco informa de que podría ser este mismo viernes.
Al parecer, el Servicio Vasco de Salud ya ha sido informada de la inminente llegada del guipuzcoano hospitalizado en Tailandia para ser atendido por el servicio vasco de salud en un hospital de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV).
Las esperanzas de los familiares y allegados de Álex están puestas, ahora más que nunca, en ese avión militar medicalizado, después de dos intentos infructuosos de que volara de vuelta a España desde Bangkok. El primero, el 20 de marzo, cuando viajó de Chiang Mai a Bangkok y al ir a tomar el avión que debía trasladarle hasta Munich decidieron que no era apto para volar. El segundo intento se produjo el 12 de abril, la familia contrató, por 221.000 euros, una empresa privada de ambulancias aéreas, pero de nuevo Álex tuvo que quedarse en tierra “porque una vez en el avión dijeron que el paciente estaba más crítico que lo que decían los informes médicos”.
El caso de Álex ha despertado la solidaridad de muchos ciudadanos que no han dudado en aportar dinero a la campaña de ‘crowfunding’ puesta en marcha por los amigos de este guipuzcoano, “Ayúdamos a traer a Álex a casa y afrontar sus gastos médicos” en la plataforma Gofundme. En apenas cinco días, hasta este jueves 18, se han recaudado ya 109.446 euros. Cabe recordar que la pareja contrató un seguro de viaje con una cobertura de 100.000 euros, pero ese dinero hace tiempo que se agotó a unos 5.000 euros diarios que cuesta la hospitalización de Álex en Bangkok.
Sin dinero y sin opciones, “nos hemos informado de que hay una la unidad médica de aeroevacuación y es la única manera para traerlo urgentemente”. El llamamiento de la familia a Defensa parece que ha surtido efecto y que, más pronto que tarde, si todo sale como está previsto, Álex volverá a casa.
La idea es que le traten aquí porque “allí ya no le están tratando, tras dos meses solo ha empeorado”, denuncia Usoa. En Gipuzkoa, le esperan su mujer y sus dos hijos, de 5 y 8 años. Todos deseando cerrar este terrible capítulo de sus vidas, que convirtió unas vacaciones idílicas en Tailandia en una pesadilla que dura ya casi dos meses.
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