Sin rastro de Marta Calvo: termina el rastreo en el vertedero donde debía estar su cuerpo según el presunto asesino

  • Portavoz de la familia: "Todos considerábamos que Marta no estaba allí "

En menos de una semana, a dos días de que se cumplan nueve meses de la desaparición de Marta Calvo, la Guardia Civil y los operarios contratados por el vertedero de Dos Aguas tendrán que dar por terminada la búsqueda de su cuerpo.

Ocho meses después del inicio de los trabajos de búsqueda en ese vertedero, que recibe los desechos no reciclables de Valencia y su área metropolitana tras pasar por la planta de Quart de Poblet, la Guardia Civil no ha encontrado un solo resto de Marta Calvo, por lo que adquiere cuerpo la tesis que los investigadores y la familia de la joven manejan desde el principio: su presunto asesino mintió desde el primer momento y el cuerpo nunca llegó a ese punto.

'El Programa del Verano' ha podido hablar con Mariano Navarro, portavoz de la familia de Marta Calvo: "Es algo que todos estábamos esperando que sucediera. Desde hace mucho tiempo todos considerábamos que Marta no estaba allí y ahora confiamos en que tengas otras vías abiertas de investigación. Seguimos confiando plenamente en la Guardia Civil para esclarecer todo. Es evidente que Marta no esta allí y el testimonio de este psicópata miserable no se sostiene desde hace tiempo", ha dicho.

Según indican las investigaciones, Marta Calvo murió en la madrugada del pasado 7 de noviembre, tras ser recogida en València por su presunto asesino, Jorge Ignacio P. J., quien la trasladó en su coche a la vivienda de Manuel que tenía alquilada para, entre otras cosas, llevar allí a mujeres a las que contrataba para mantener relaciones sexuales, y posiblemente para utilizarlo en su faceta de narcotraficante, aunque la Guardia Civil no encontró ni rastro de ello durante los dos registros en la vivienda.

La joven mandó desde allí su ubicación a través de WhatsApp a su madre, como hacía cada vez que quedaba con alguien fuera de casa, gesto que sería clave para reconstruir después sus pasos. El sospechoso, que llegó a negarle a la madre haber visto siquiera a Marta cuando la mujer se presentó en su casa para pedirle explicaciones siguiendo la geolocalización enviada por su hija, acabó huyendo de la casa días más tarde y estuvo 21 días escondido, aparentemente, sin ayuda de nadie, según se deduce del análisis profundo de los teléfonos que manejó en ese tiempo.

Cuando se entregó, en la madrugada del 4 de diciembre, y declaró acompañado de su abogado particular, ya traía con él su propia versión de los hechos. Y es la única que ha dado, la que escucharon agentes del grupo mixto de Homicidios de la Comandancia de Valencia y de la UCO durante cinco largas horas, en la tarde de ese 4 de diciembre en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent.