Cuidarse con la alimentación y el ejercicio es esencial en todas las etapas de la vida, pero a partir de los 40 años, se vuelve aún más crucial debido a una serie de cambios fisiológicos que ocurren en nuestro cuerpo. En esta etapa, nuestro metabolismo tiende a ralentizarse, lo que significa que quemamos calorías con menos eficiencia. Además, la masa muscular tiende a disminuir gradualmente, mientras que la grasa corporal, especialmente la visceral (la que rodea los órganos internos), tiende a aumentar. Esto puede tener un impacto significativo en nuestra salud y calidad de vida.
La práctica regular de ejercicio físico se convierte en una herramienta fundamental para contrarrestar estos cambios asociados con el envejecimiento. A partir de los 40, es crucial estimular la masa muscular y mantener bajos niveles de grasa visceral, al tiempo que se mantienen valores normales de grasa subcutánea (la grasa justo debajo de la piel). Esto no solo contribuye a mantener un peso saludable, sino que también beneficia la salud cardiovascular, la resistencia ósea y la movilidad en general.
En Enphorma ejercicio, estamos comprometidos en proporcionar las claves para un envejecimiento activo y una buena calidad de vida en la tercera edad. Si no has incluido la práctica regular de ejercicio en tu rutina diaria hasta ahora, es importante hacerlo a partir de los 40 años. A menudo, en esta etapa de la vida, las responsabilidades familiares y laborales pueden hacer que nos olvidemos de cuidar nuestra salud física, lo que conlleva a un estilo de vida sedentario. Pero es precisamente en este momento cuando debemos hacer un esfuerzo adicional para mantenernos activos.
Un componente esencial de un plan de ejercicio efectivo a partir de los 40 es el trabajo de fuerza. Los ejercicios de resistencia, como los push-ups o fondos, son especialmente beneficiosos. En el Reto APE de esta semana, te proponemos un ejercicio simple pero efectivo: el push-up. Puedes comenzar apoyando las rodillas si es necesario, asegurándote de mantener una línea recta entre tus rodillas, cadera y cuello. Aumenta gradualmente el número de repeticiones cada día hasta llegar a 8 o 10. A medida que te sientas más fuerte, desafíate a hacerlos sin apoyar las rodillas.
Este ejercicio te ayudará a desarrollar fuerza en tus músculos y mejorar tu salud cardiovascular. Además, el trabajo de fuerza contribuye a mantener y aumentar la masa muscular, lo que a su vez acelera tu metabolismo y te ayuda a controlar tu peso de manera más efectiva. Recuerda que es importante combinar el ejercicio con una alimentación equilibrada para obtener los mejores resultados en tu salud y bienestar a medida que envejeces de manera activa.