Meghan Markle rompe su norma y muestra por primera vez el rostro de su hija con el príncipe Harry
La hija pequeña del príncipe Harry y Meghan Markle, Lilibet Diana, cumple cuatro años de vida
Para celebrarlo, la duquesa de Sussex ha compartido por primera vez una fotografía en la que enseña el rostro de su hija
Meghan Markle ha sorprendido a sus seguidores al publicar por primera vez el rostro de su hija pequeña, Lilibet Diana, que este miércoles 4 de junio cumple cuatro años. La imagen, compartida a través de la cuenta personal de Instagram de Meghan -abierta hace apenas unos meses-, marca un antes y un después y rompe con la estricta norma de privacidad que tanto ella como el príncipe Harry habían seguido desde que se convirtieron en padres.
Aunque la foto no muestra el rostro completo de la pequeña -solo se aprecia la mitad, en una escena aparentemente espontánea-, el gesto ha sido interpretado por muchos como un cambio de estrategia comunicativa de los duques de Sussex.
"¡Feliz cumpleaños a nuestra hermosa niña! Hoy hace cuatro años que llegó a nuestras vidas, y cada día es más brillante y mejor gracias a ello. ¡Gracias a todos los que le envían amor y celebran su día especial!", escribe Markle en la publicación.
Hasta ahora, cualquier aparición de sus hijos, tanto de Archie -de cinco años- como de Lilibet, se había producido en condiciones de total control, y siempre evitando enseñar sus rostros. Las instantáneas compartidas en ocasiones especiales, como tarjetas navideñas o documentales, han sido cuidadosamente seleccionadas para mantener el anonimato de los pequeños.
Pero ahora, este nuevo retrato, aunque parcial, es el primero en el que se percibe claramente una expresión facial de Lilibet. Una decisión por parte de la nuera del rey Carlos III que ha sido interpretada como un hito por su parte, que desde su regreso a las redes sociales ha comenzado a compartir más detalles de su vida diaria, rompiendo con el hermetismo que mantuvo en los años posteriores a su salida de la familia real británica.
De la Casa Real al anonimato en Montecito
La vida de los duques de Sussex dio un giro radical en 2020, cuando Meghan y Harry decidieron abandonar sus funciones reales como miembros activos de la familia real británica. Este cambio, rodeado de polémica y tensión mediática, implicó no solo una ruptura con el protocolo institucional, sino también un cambio de continente. La pareja se trasladó a Montecito, California, donde buscaban construir una vida alejada de los tabloides británicos.
Desde entonces, han trabajado para mantener un perfil más bajo, especialmente en lo que respecta a sus hijos. Harry, marcado por el acoso mediático que vivió su madre, la princesa Diana, ha sido siempre tajante en la necesidad de preservar la intimidad de sus hijos. De hecho, la pareja ha protagonizado varias acciones legales contra medios que publicaron imágenes no autorizadas de sus hijos o que invadieron su privacidad.
Durante estos años, el matrimonio ha mantenido una presencia limitada pero estratégica en los medios. Han producido documentales, ofrecido entrevistas exclusivas, lanzado libros y desarrollado proyectos audiovisuales a través de su productora Archewell, pero siempre controlando los términos de su aparición pública.
De este modo, la infancia de Archie y Lilibet ha transcurrido lejos de los flashes y los titulares, protegidos por un entorno familiar y discreto en su residencia de Montecito. Ahora, se desconoce si el príncipe Harry era conocedor de que su esposa publicaría el rostro de su hija y cuál habrá sido su reacción.
El renacer digital de Meghan
En los últimos meses, se ha percibido un giro en la actitud de Meghan hacia su visibilidad pública. Su regreso a Instagram, después de años de ausencia en las redes, ha marcado una nueva etapa.
La cuenta, que no está asociada oficialmente a la marca Sussex, muestra imágenes de su día a día, desde momentos familiares con su marido y sus hijos hasta detalles de sus proyectos personales y colaboraciones con marcas sostenibles.