Miguel Ríos: la vida del pionero del rock español tras sus giras de despedida
'En la rampa de salida' es el último tema de Miguel Ríos, formará parte de su nuevo álbum El último vals que lanzará después del verano
Miguel Ríos cumple 80: "Cantar no cuesta trabajo, es levantarse lo que cuesta trabajo"
Definitivamente a Miguel Ríos (Granada, 1944) nada le va a bajar del escenario. Con 81 años recién cumplidos el 7 de junio pasado, acaba de presentar la canción En la rampa de salida. Se trata del nuevo single que ya forma parte del disco El último vals que está terminando de perfilar para salir a la luz después del verano. En Informativos Telecinco hemos recogido la noticia con entusiasmo y hemos querido saber cuál es su vida actual tras sus giras de despedida. Además, en octubre próximo hará las maletas para emprender una gira por los teatros de las plazas más importantes españolas que le va a tener sin parar hasta mediados de 2026. Tal como ha asegurado en una entrevista en la radio. “Ya no me retiraré más”. Estará en el Liceu de Barcelona o en el Circo Price de Madrid para terminar en el Teatro de La Maestranza de Sevilla en mayo de 2026.
También ha explicado Miguel Ríos que este álbum y los temas que incluye son todos nuevos. Surge tras uno de sus viajes a México, un país en el que el paso del tiempo y la muerte se entiende como un “tr ánsito, porque la finitud de la vida siempre está ahí”. Es decir, añade el artista, “a pesar de todo, hay que disfrutar y vivir el ahora”. El álbum El último vals es el siguiente que se compone de material inédito desde el disco Un Largo Tiempo que lanzó en 2021.
Precisamente, Miguel Ríos acaba de volver de su gira A Todo Pulmón tras ofrecer un concierto en el Auditorio Nacional de Ciudad de México el 12 de abril pasado y haber llenado el The Town Hall de Nueva York el 8 de abril y el Teatro Filmore de Miami Beach el 4 de abril. Canciones como Santa Lucía, El Rock No Tiene Culpa y Bienvenidos han levantado al público de sus asientos al igual que los temas más nuevos gracias a la energía y a la fuerza que trasmite solo con su presencia.
Las despedidas de Miguel Ríos
Lo curioso es que hasta en tres ocasiones Miguel Ríos anunció que se despedía de los escenarios. Primero en 2009, pero volvió enseguida. En 2010 inició la gira Bye bye Ríos que terminó al año siguiente, cuyo nombre ya informaba de que se retiraba. Sin embargo, en 2021 volvió con una nueva planificación de conciertos para presentar en directo su álbum recién estrenado Un largo tiempo, que incluyó temas inéditos, versiones especiales así como grandes éxitos.
Su carrera empezó a fraguarla cuando en su barrio de Granada abrió una tienda de discos. Tenía 15 años, entró al establecimiento y compró un álbum de Elvis Presley. Al escucharlo vio claramente su futuro. Decidió emanciparse, dejar la ciudad donde había nacido y marcharse a Madrid para labrarse su porvenir en la música con el rock como bandera. Consiguió aparecer en TVE en varias ocasiones y en tres años ya era famoso en todo el país.
Un pionero en aplicar la tecnología a sus conciertos
Miguel Ríos siempre fue un pionero y se atrevió con lo que otros todavía desconocían, principalmente, con cualquier avance tecnológico que pudiera servir para mejorar la experiencia musical. Por ello, en sus conciertos invertía el máximo en innovación para contar con lo último en sonido, iluminación y escenografía. Para sus primeras actuaciones en directo se trajo de Inglaterra los mejores equipos a pesar de la burocracia de la época; todavía no existía la Comunidad Económica Europea. Incluso estrenó un Mellotron, un teclado electromecánico fabricado en Birmingham en 1963, que fue el padre de los sintetizadores modernos y que necesitaba una calibración constante. También organizó la primera gira dedicada al rock en España a finales de los 70. La llamaron La Noche Roja y además de actuar el propio Miguel Ríos contó con grupos andaluces como Triana, Guadalquivir, Imán, Tequila o Iceberg. Durante los conciertos se estrenó el rayo láser, unos haces verdes que dibujaban formas en el aire sincronizados con la música, y que nunca se habían usado en España.
Miguel Ríos siempre ha sido imparable. Organizó giras míticas como Rock & Ríos (1982) o El Rock de una Noche de Verano (1983) donde actuaron Luz Casal o Leño y en la que se montaban simultáneamente tres escenarios y trabajaban técnicos venidos de Gran Bretaña. Incluso fue la primera que tuvo un espónsor, en este caso la marca de bebidas Kas, y aunque en ese momento fue muy criticado e incluso se le tachó de “venderse”, ahora es inconcebible montar una gira sin una insignia que esponsorice el evento. A continuación, en su gira El Rock en el Ruedo (1985) diseñó un escenario circular que giraba para montarlo en el centro de las plazas de toros. Otra gira mítica fue El Gusto es Nuestro en 1996, donde Miguel Ríos cantó junto a Víctor Manuel, Joan Manuel Serrat y Ana Belén. También sentó un precedente en televisión con programas de máximo nivel técnico en los que los músicos actuaban siempre en directo como ¡Qué noche la de aquel año! (1987), Fiebre de Sur (1993) o Buenas Noches, Bienvenidos (2007). Incluso en la gira Miguel Ríos y las estrellas del rock latino contó con hologramas reales de Rosendo, Charly García, Sabina, Maná o Aterciopelados. Cualquiera que haya ido a sus conciertos asegura que es todo una experiencia.
Además fue un revolucionario por su capacidad de transmitir el rock como nadie hizo en unos tiempos invadidos por el pop haciendo suyos temas que nada tienen que ver con su género. Sucedió en 1970 cuando Miguel Ríos adoptó la música de la Novena Sinfonía de Beethoven, le dio la letra y la llamó Himno a la Alegría. El tema alcanzó tal éxito en todo el mundo que vendió siete millones de copias, logró el primer puesto en las listas de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, del mismo modo que se extendió por Canadá o Japón.
El rock corre por las venas de Miguel Ríos pero se define como un “roquero bueno”. En los escenarios nunca se ha dedicado a romper cosas y menos una guitarra como hacían muchos compañeros de profesión extranjeros, sobre todo porque era “pobre” y maltratar las cosas o el material es impensable: “después hay que pagarlo”.
Fundación Miguel Ríos
Además de dedicarse en cuerpo y alma a la producción musical y a mantener el contacto con el público en los conciertos en directo, Miguel Ríos saca tiempo para la Fundación que lleva su nombre. El objetivo de esta institución es promover y difundir el conocimiento, estudio e investigación de la música y la cultura rock y de las músicas urbanas; impulsarlas para que se transformen en un ocio creativo y de calidad; difundirlas dignamente; o conectar a los creadores con el sector musical y con otras expresiones artísticas. Desde la fundación también se realizan actividades que visualicen a los más desfavorecidos y se pretende poner en valor la música popular contemporánea y urbana de Granada.
Uno de los últimos proyectos que la Fundación Miguel Ríos organizó es un concurso de talentos dirigido a bandas de jóvenes estudiantes matriculados en algún centro escolar o universitario de carácter público en Granada. Los seleccionados tocaron en directo en el Espacio Caja Sonora de esta ciudad el 29 de abril pasado.
Otra actividad de esta entidad ha sido el festival Buen Tiempo celebrado del 13 al 15 de junio con la música y la tecnología como punto de partida. Primero se ha presentado la exposición El Home Studio en el Museo Memoria de Andalucía del Centro Cultural CajaGranada, seguida de debates y talleres para que según el mismo Miguel Ríos “todas las edades se acerquen a la creación sonora y descubran cómo la tecnología puede ser una gran aliada de la música”. El festival se ha clausurado con la actuación de los artistas Nefy, Broken Lip, Under Compuksion y 8Kitoo.