La nueva vida de Alba Flores: cambio de hábitos, un homenaje a su padre y la relación con su madre

Alba Flores. Cordon Press
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Este lunes 27 de octubre, Alba Flores cumple 39 años, el último de la década de los treinta, y lo hace viviendo una etapa de cambio, de compromiso personal y profesional y marcada por su legado familiar.

La actriz se acerca a los 40 tras su proyecto más ambicioso: el documental con el que homenajea a su padre, Antonio Flores.

El documental sobre Antonio Flores

Fallecido en 1995, hace 30 años y cuando ella tenía apenas ocho años, la película ha sido dirigida por Isaki Lacuesta y Elena Molina y se presentó en la 73ª edición del Festival de Cine de San Sebastián. La producción combina material inédito -vídeos caseros, fotos, dibujos, entrevistas con familia y amigos- para reconstruir la vida, el legado y el sufrimiento de Antonio.

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'Flores para Antonio' se estrenará el próximo 28 de noviembre, y promete sacar a la luz numerosos momentos clave de la familia Flores.

"No me pude despedir, no fui al funeral… hasta muy mayor no fui al cementerio, y creo que también esto forma parte de este proceso", confiesa Alba en el documental.

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En una entrevista con 'El País', Alba afirma que "casi no recuerdo nada de esos días", en referencia al fallecimiento de su progenitor. "Tenía ocho años y tenían que protegerme, también de la prensa. Lo que he buscado con esta película es conocer a mi padre, que le sirva a mi familia y le haga bien. También quiero que le guste al público porque aún hay gente que me para por la calle hablándome de cómo le afectó la muerte de mi padre, de quien no había nada hecho en audiovisual".

A través de esta cinta, la actriz de 'La casa de papel' también indaga en su propia identidad: hija de un padre al que apenas conoció, nieta de Lola Flores, sobrina de Rosario y Lolita Flores y 'heredera' de una de las sagas artísticas españolas más populares.

En este sentido, el documental no solo habla de su padre, sino del modo en que la familia ha vivido con su pérdida, convirtiendo el duelo en memoria y arte.

Cambio de hábitos

Otro de los ejes de su nueva vida es el cambio de hábitos que ha experimentado, especialmente alimentario. Alba es vegetariana desde finales de 2017 y varias veces ha sido rostro de campañas de PETA, organización estadounidense dedicada a la defensa de los derechos de los animales, para promover el vegetarianismo.

"Me he informado y no quiero contribuir con la industria de la carne", aseveraba en una entrevista con 'Vanity Fair'.

Todo cambió tras una Nochebuena en la que vio la cantidad de comida que había sobre la mesa y que se desperdiciaba, lo que le hizo replantearse su estilo de vida y dejar de comer carne. Una decisión que ha mantenido firme desde entonces.

La relación con su madre

La madre de Alba es Ana Villa, productora teatral que se casó con Antonio Flores en 1986.

Aunque Villa prefirió permanecer detrás de las cámaras y fuera del foco mediático tras la muerte de su marido, ha tenido un papel clave en el documental al romper su silencio y hablar en primera persona sobre cómo han sido estos años para ella.

La exmujer del cantante se sincera, entre otras cosas, sobre cómo fueron los inicios de su relación con Antonio, sobre su trabajo en el disco 'Gran Vía' y sobre su papel como pareja del músico. "Estaba muy bien, estaba muy centrado", revela en el adelanto del proyecto.

"Desde el principio tuve claro que este documental tenía que ser también un homenaje a mi madre, que se conociera su punto de vista. ¿Y sabes qué me ha pasado? Que me he enamorado de ellos como pareja. O sea, cuando los veo juntos digo, qué guapos, qué sexis, qué interesantes", manifestaba Alba Flores a 'El País'.

Estos años, su madre se ha convertido en su pilar y apoyo fundamental, y la actriz ha querido demostrar la admiración que siente hacia ella. "Sin ella no soy nada. Siento que la tengo que cuidar, creo que a ella la peli le duele más que a mí. Mi madre es fundamental porque me recuerda mis inicios. Me enseñó a tener no uno, sino los dos pies en la tierra", añadió, reflejando el tipo de cercanía que madre e hija mantienen.