Carlos III de Reino Unido

El rey Carlos III cumple 77 años en plena crisis: su cáncer, cambios en Buckingham y enfrentado con su hermano Andrés

El rey Carlos III. Cordon Press
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Este 14 de noviembre, el rey Carlos III celebra su 77º cumpleaños en un momento verdaderamente complejo para la monarquía: entre reformas presupuestarias, en plena crisis con su hermano y un hermético estado de salud.

La mayor crisis que azota ahora a Buckingham gira alrededor del hermano menor del soberano británico, el expríncipe Andrés, ahora conocido como Andrew Mountbatten Windsor tras perder sus títulos de príncipe.

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El soberano, con el objetivo de proteger la reputación de la Corona frente a los vínculos de Andrés con Jeffrey Epstein, condenado por tráfico sexual, decidió que el duque de York fuese despojado de sus títulos, desalojado de su mansión en Windsor y apartado de cualquier acto público.

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El rey y su hermano Andrés

La relación entre el rey y su hermano ha sido desde siempre compleja, pero ahora ha quedado claro que está prácticamente rota e incluso enfrentados. Andrés siempre ha estado rodeado de polémicas por su estilo de vida, sus vínculos internacionales y finalmente su asociación con Epstein, que acabaron erosionando su posición hasta convertirlo en un verdadero problema para la Corona.

El mayor escándalo estalló tras la publicación del memorándum póstumo de Virginia Giuffre, en el que acusaba al duque de comportamientos sexuales con ella cuando era menor, con la mediación de Epstein.

Tras sucesivos pasos destinados a aislarlo, el pasado 30 de octubre el palacio anunció que el monarca había "iniciado un proceso formal para retirar el estilo, los títulos y los honores" de su hermano.

Desde la perspectiva de la monarquía, la decisión de Carlos III se entiende como una acción defensiva para salvaguardar la institución en un momento clave: la monarquía ha visto caer su popularidad entre las generaciones jóvenes y distintas encuestas han mostrado una desconfianza que iba en aumento.

Además, los tabloides británicos insisten en que se trata de una etapa delicada no solo para la institución, también para el propio rey, que sigue en tratamiento médico por el cáncer.

El cáncer

El primer anuncio sobre su salud data del 5 de febrero de 2024, en el que se anunciaba que, tras un procedimiento por agrandamiento de próstata, se había detectado una forma de cáncer y que el soberano iniciaba "un calendario de tratamientos". Desde entonces, las noticias sobre su estado han sido escasas.

El último comunicado oficial publicado por Buckingham llegó en marzo de este año, cuando se vio obligado a cancelar su asistencia a un acto.

"Tras el tratamiento médico programado y en curso para el cáncer esta mañana, el rey experimentó efectos secundarios temporales que requirieron un breve período de observación en el hospital", rezaba la misiva. Desde entonces no ha habido ningún mensaje oficial, más allá de lo que expertos en Casa Real, el entorno o el propio Carlos III han espetado.

Algunos tabloides señalan que la falta de nuevas confirmaciones oficiales, sumada a rumores difundidos en ciertos medios, alimentan la percepción de que el palacio prefiere mantener discreción frente a la cobertura pública sobre este asunto.

'The Mirror' afirma en un artículo publicado a principios de este mes de noviembre que el experto en la realeza Robert Jobson considera que, tras el cáncer del soberano, ha habido una notable transformación en su conducta.

"De hecho, sus empleados más antiguos han detectado un cambio en su empleador, a quien consideran que ocasionalmente puede parecer bastante frío", escribe en su último trabajo, 'The Windsor Legacy: A Royal Dynasty of Secrets, Scandal and Survival'.

Y añade: "Dicen que ahora se ha vuelto más emotivo. No solo eso, sino que ha cambiado algunos hábitos que antes parecían inamovibles, en gran parte gracias a los consejos del Dr. Michael Dixon, un médico de cabecera experimentado del NHS y defensor de la medicina complementaria, que fue nombrado jefe de la Casa Médica Real tras la muerte de la reina Isabel. El príncipe Guillermo también le ha instado a su padre a que reduzca la velocidad y escuche a su equipo médico".

Por su parte, Carlos III aseveró el pasado mes de septiembre en el Midland Metropolitan University Hospital en Smethwick: "Las piezas ya no funcionan tan bien cuando pasas de los 70. Esto es lo terrible, como ya estoy descubriendo. No estoy demasiado mal. Es muy frustrante, pero la mitad del problema es detectarlo a tiempo, ¿no es así? Lo mejor, creo, es que están mejorando cada vez más en el manejo de estas cosas. Pero siempre hay esperanza en el futuro".

Cambios en Buckingham

La medida impuesta por el rey Carlos III sobre su hermano también coincide con el radical cambio que está experimentando el Palacio, con reformas presupuestarias, la decisión de retirar el tren real tras de más de siglo y medio de historia, reducir ciertos gastos y redirigir fondos hacía la gran restauración de Buckingham Palace.

La renovación del palacio, junto con una revisión general de la financiación de la Casa Real británica, ha cobrado impulso este año. Se aprobó una subida temporal del 'Sovereign Grant', el fondo público que financia los deberes reales, para cubrir el gasto de varios años en la reforma de las instalaciones históricas. Al mismo tiempo, se ha insistido en que, una vez finalizados los trabajos en 2027, se reducirá la dependencia pública del presupuesto real.

Este ajuste explica, en parte, los movimientos internos dirigidos a Andrés: limitar su impacto financiero. Por ello, el expríncipe recibirá un pago único por parte del monarca británico como indemnización por su traslado desde Windsor a una nueva vivienda privada, además de una asignación anual financiada con fondos privados de la monarquía para evitar que "gaste en exceso en su nueva vida como ciudadano común", según 'The Guardian'.

Esa asignación anual sería "varias veces" superior a su pensión naval de esos 23.000 euros, aunque no se precisa la cuantía exacta. Dinero que el propio rey invertirá en su hermano.